Más por menos

AUNQUE todavía sea pronto, lo cierto es que este año se está retrasando más de lo habitual la Navidad, que en los anteriores ya estaba presente en las calles apenas pasaba el día de Todos los Santos. Será la recesión económica o no, pero lo cierto es que no veo las avalanchas compradoras de antes. También en las calles va con retraso el tema de la iluminación. Aunque a lo peor no hay, por aquello del agujero o deuda municipal. Por qué ¿qué pensarán los contribuyentes del gasto lumínico navideño cuando se ha anunciado un 27% de aumento del IBI? Creo que podrían enfadarse muchísimo si se hace el despliegue de los últimos años, en los que eran centenares las calles que encendían sus luminarias en todos los barrios. Pero para evitar gastos excesivos creo que pueden tomarse algunas medidas: Reducir la iluminación a una docena de calles o avenidas significativas. No iluminar toda la calle, sino sólo colocar guirnaldas de luces al principio y el final. Que esa luz sustituya a la habitual de las farolas. Encenderlas sólo hasta las 12 ó la una de la madrugada en fines de semana y festivos. Y, lo que es más importante, utilizar bombillas ecológicas o de bajo consumo. Esto puede significar un considerable ahorro. El pasado lunes se encendió la iluminación navideña en París y aunque la han aumentado al colocarla también en los 415 árboles que hay en los Campos Elíseos, como por primera vez utilizan bombillas ecológicas han previsto que la factura energética se reducirá un 70%. Así que copiemos la idea y si en lugar de aumentar los puntos de luz los disminuimos podremos tener iluminación casi sin coste energético. Lo que las arcas municipales y los contribuyentes seguro que saben agradecer.