El Estado se desentiende

ACABA de publicarse un estudio de la Universidad Carlos III que llega a la conclusión de que la Inspección Técnica de Vehículos, a la que deben someterse obligatoriamente todos los automóviles de manera periódica, evita unas 400 muertes al año en accidentes de circulación. Se confirma con datos y cifras lo que ya sugería el sentido común. Pues bien: el Gobierno ha hecho saber a los fabricantes de automóviles que, a pesar de sus presiones, el Plan Renove concluirá a finales de año por razones presupuestarias y no será prorrogado en 2008. Cesa así el funcionamiento de la principal herramienta pública de que se disponía para impulsar la renovación del parque móvil (con independencia de que sirviese también para estimular al sector). Incomprensible esta actitud.