LA VELETA
La España facha y soez
DEL SÁBADO por la tarde al lunes, España ha mostrado una imagen palmaria de sí misma en la que, sobre un fondo de dolor colectivo por un nuevo atentado mortal de ETA, se puede contemplar la variada serenidad de la ciudadanía catalana, la improvisada-hilvanada unidad de las fuerzas políticas y agentes sociales frente al terrorismo etarra y ciertas reacciones minoritarias, pero elocuentes, de la ultraderecha reaparecida en las calles y durante el funeral de Estado por el agente Raúl Centeno. La sociedad de Cataluña, y la barcelonesa especialmente, tiene razones suficientes para albergar una acumulación de cabreos varios tanto por largos cortes de fluido eléctrico como por el mal funcionamiento y hasta paralización prolongada de algunos trayectos ferroviarios de cercanías. Todo ello favorecía una manifestación de protesta, que fue convocada para el sábado pasado por la plataforma por el derecho a decidir, a la que se sumaron más de doscientas organizaciones, incluidos los partidos del Gobierno de la Generalitat, excepto el PSC, por razones obvias o excusables. Esa manifestación multitudinaria, con varios centenares de miles de asistentes, se desarrolló con tal serenidad, buen humor y coexistencia entre los diferentes lemas de la protesta/advertencia colectiva que bien podría ofrecerse a Madrid como ejemplo de civilidad o como el resultado de una educación para la ciudadanía que los catalanes parecen mamar desde la cuna. Ante la civilidad catalana, el griterío insultante contra el Gobierno durante el funeral en la sede oficial de la Guardia Civil por la última víctima de ETA, griterío que los mandos y agentes de la Benemérita percibieron con incómodo malestar, y la actitud de ayer a mediodía de unos centenares de neofascistas ante la concentración silenciosa en repudio de ETA a las puertas del Ayuntamiento de Madrid, reventando la concentración y el silencio, son actos que bien merecen el calificativo de bochornos y hasta infames, con la pregunta inevitable de que de dónde obtiene esta gente estímulos para haber salido de sus madrigueras tras una larga invernada y actuar en la vía pública de forma tan agresiva y con un vocabulario tan soez y desafiante. Pero desde la sociedad en general no se ofrecen lecciones de comportamiento. A la manifestación de hoy en Madrid, convocada por las fuerzas parlamentarias y los agentes sociales -patronales y sindicatos- no va a sumarse la AVT, pues a estas siglas le gusta a hacer su intensa política por libre. Y da congoja mencionar al alcalde de Vega de Infanzones (León), cabeza de municipio en el que nació el padre del guardia Centeno. Se llama el alcalde Campano y ayer dijo que de la muerte de este joven guardia civil es más responsable el Gobierno que los terroristas. Pertenecemos todos a un pueblo del que debemos cuidarnos mucho.