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Publicado por
FEDERICO ABASCAL
León

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LAS POLICÍAS de Francia y España parecen más unidas en su lucha contra ETA que nuestros políticos y manifestantes cuando expresan o vociferan sus convicciones o posturas antiterroristas. La detención de dos etarras en el suroeste francés fue ayer la noticia que en cierto modo enjugaba el dolor por el atentado mortal en Capbreton, el sábado pasado, contra dos guardias civiles, uno de los cuales, Raúl Centeno, falleció en el acto y el otro, Fernando Trapero, resistió hasta ayer en estado de coma irreversible en un hospital de Bayona. Ya se habría identificado a uno de los capturados como el etarra Asier Bengoa, a quien conoció hace años la gendarmería francesa por algún delito de captación de jóvenes para el noviciado terrorista. La detención de dos presuntos implicados en el atentado de Capbreton a los cuatro días de haberse perpetrado muestra la eficacia de la colaboración policial francoespañola y la vulnerabilidad de ETA, obligada ya a vivir a la luz del día con la inseguridad de estar siendo permanente vigilada. Ni en la clandestinidad de las alcantarillas se vería actualmente ETA preservada de las filtraciones que ofrece su estructura. Los servicios policiales de inteligencia habrían instalado algunos observatorios en la intimidad de la banda. En las detenciones de ayer contó la gendarmería francesa con una eficaz colaboración ciudadana, y esa disposición de la ciudadanía francesa, y en España de la española, a revelar a las fuerzas de Seguridad sus sospechas o presunciones sobre hipotéticos movimientos terroristas aumenta aún más la labilidad etarra. Se cierne además sobre el futuro de la banda un período en el que sus respiraderos políticos van a intentar cegarse, policial y judicialmente, y sin que el Gobierno, sea el actual o la alternativa, puedan sentirse capacitados para abrir a los terroristas, ni siquiera de forma subliminal o criptográfica, una posibilidad de diálogo. ETA ha despertado a la fiera legal que todo Estado de derecho lleva dentro. Ayer dijo Zapatero desde Nápoles, al referirse ante la prensa de las dos detenciones por la gendarmería francesa que