Diario de León
Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

Creado:

Actualizado:

AL PRINCIPIO parecen irrefrenables, ya que han oído con toda nitidez la llamada de Dios o la del diablo, que también es dueño de una garganta profunda o infernal que les induce a arbitrar la convivencia. Algunos piensan que sería muy egoísta por su parte dejar a sus contemporáneos sin su tutela. ¿Qué sería de ellos sin alguien que les condujese por los caminos de la felicidad colectiva? La vocación puede que sea una aptitud ingénita para una función determinada, aunque esto se desmienta cotidianamente en multitud de casos, pero parece que no es así en el cenagoso terreno político. Yo he conocido a escritores que jamás han conseguido ver publicados sus escritos, salvo en cartas al director, que se han muerto escribiendo y a novilleros de cincuenta años que seguían esperando que les dieran una oportunidad para debutar en Las Ventas, pero los políticos cambian con facilidad de profesión cuando no ven claro el éxito. Rodrigo Rato, considerado por algunos la esperanza blanca, ha dicho adiós a la función pública y ha fichado por la Banca privada. El prestigioso ex ministro de Economía será el próximo director gerente de inversiones del no menos prestigioso banco inglés Lazard. Una desilusión para su grupo, que esperaba un refuerzo y se ha encontrado un raticida. El que no se va, como había profetizado el frívolo arúspice José Bono, es el presidente Rodríguez Zapatero, que optará por un tercer mandato, cuando gane el segundo. Estos comportamientos nos hacen dudar de la firmeza de algunas vocaciones, que no nos parecían fundamentadas en el triunfo, sino en el abnegado propósito de mejorar la vida colectiva. Para encontrar verdaderas fidelidades hay que refugiarse en los cargos menores: los que no se van a otro sitio es porque no tienen ninguno a donde irse.

tracking