Con pólvora del Rey

¡QUÉ GENEROSO es el presidente Rodríguez Zapatero con nuestro dinero¡ Conviene que las elecciones se celebren cuanto antes porque de otra manera este hombre acabará con el superavit presupuestario dedicando nuevas partidas a captar votantes. La última ocurrencia ha sido la de las «casas verdes». Nueve mil millones para que medio millón de hogares sean «más eficientes en términos energéticos». Y, puestos a regalar el dinero de todos, ¿por qué no habilitar otra partida para enjalbegar las fachadas deterioradas por el salitre -caso de las casas construidas en los pueblos de la costa-, o para revocos en las de las ciudades del interior? Es tal la carga de demagogia que anida bajo este tipo de promesas, que su sólo enunciado desacredita al gobernante que de tal guisa reparte prebendas a costa del erario constituido mediante las aportaciones de quienes pagamos impuestos. El Estado del bienestar se inventó para paliar las injusticias que se derivan del desigual reparto de la riqueza y para, de paso, garantizar la paz social que es la base esencial del progreso en las sociedades desarrolladas. Este modelo de Estado que es el que mejor expresa la solidaridad está ideado para, como digo, ayudar a los más desfavorecidos: desempleados, pensionistas, ancianos, etcétera, y así debe ser y seguir siendo. Pero una cosa es la solidaridad -con cargo a los fondos de la Seguridad Social-, y otra las alegrías preelectorales de los políticos que -como es el caso del secretario general del PSOE y presidente del Gobierno-, compromete gastos con cargo a los impuestos que pagamos todos los demás ciudadanos. Todo aquello que promete con la descarnada intención de captar el voto de sectores concretos de la sociedad, que haga el favor de consignar un presupuesto y que lo pague de su bolsillo. ¡Ya está bien, como digo, de disparar con pólvora del Rey¡