EL RINCÓN
Somos los mismos
NOSOTROS los de entonces, quiero decir los de año pasado, seguimos siendo los mismos. En España se ha estancado el crecimiento de la población, a pesar de que los trámites necesarios para traer al mundo nuevos compatriotas siguen siendo placenteros. El caso es que son más numerosas las familias que no tienen hijos que las llamadas 'familias numerosas'. Los sociólogos dicen que esto ocurre porque existe una relación directa entre la merma de habitantes y el crecimiento del egoísmo. En general, la gente se resiste a hospedar en su casa a pequeños desconocidos. No es cierto que todo el que llega traiga un pan Bimbo bajo el brazo, pero además existen otros factores que influyen mucho sobre la hospitalidad, como la superficie de las viviendas. En los pisos que se hacen actualmente para quienes pueden adquirirlos, si entra alguien nuevo tiene que salirse alguien que estaba dentro. No sé por qué se considera un dato desfavorable el frenazo de la población. Aunque todos seamos únicos, la verdad es que hay mucha gente repetida. Llegué a pensar cuando me Di una vuelta por la India que el enemigo de cada uno es el número. No porque el infierno sean los otros, ya que eso es una cuestión privada, sino porque a este paso no va a haber sitio para todos. El buen clérigo Tomás Roberto Malthus, que además era economista, lo vio clarísimo. Tuvo que ocultar su ensayo sobre «El principio de la población» porque lo quisieron correr a guantazos. El hombre pensó que si el absurdo planeta Tierra tiene límites también tenía que tenerlo el de sus habitantes. Ahora en España somos 45.200.737. Algunos habrán muerto y otros habrán nacido mientras usted pasa esta página. El Gobierno ha reconocido fallos entre los controles de las clínicas abortistas. Otros lamentan que no fueran partidarias de la interrupción de los embarazos las madres de algunos gobernantes.