LA VELETA
Sigue abierto el zoco
EL ZOCO en que se convierte el país cuando unas elecciones están cerca da un poquito de pudor. Los partidos se ponen a prometer a los electores y no paran. Tiran con pólvora ajena, es decir, con el dinero que previamente nos han sacado vía impuestos. Hay diferencias obviamente entre las promesas de unos y otros. Lo normal es que la oposición se comporte de forma mucho más alegre. Luego si llegan al Gobierno las cosas suelen cambiar y con los mimbres que tienen van ajustando sus promesas a la realidad, a lo que se encuentran. Los que están en el Gobierno tratan de vender lo que han hecho y su mejora. El problema de esta legislatura es que lo que ha hecho el Gobierno deja bastante que desear. Muchas de las leyes que se llaman de derechos sociales se han aprobado sin sustento económico. El ejemplo paradigmático es la Ley de Dependencia para la que no hay ni un duro, a pesar de que nos la han vendido decenas de veces a largo de la legislatura. Esta inactividad en materia económica -el discurso de la bonanza ha hecho aguas- unido al fracaso de la negociación con ETA y el inefable Estatuto Catalán que es una bomba de relojería para Zapatero, han llevado al Gobierno a ir más allá de lo razonable en sus promesas. Z regala dinero por donde va. Le da igual que sea para jovenes, para mamás, para niños, para abuelos que para viviendas o haciendas. Miles de millones de gasto público que sólo lograrán echar más leña al fuego de la inflación en un momento de desaceleración de la economía y de altas tasas de inflación. Son además, casi todas , por no decir todas, altamente contrarias a lo social entendido como el deseo de beneficiar a las clases más necesitadas. Muy al contrario, porque con el dinero de todos, también de las clases menos favorecidas, se pagarán esos gastos sin discriminación por ingresos. El cheque bebé lo cobrarán igual la nieta de Botin o la princesa Leticia que una asistenta de Parla. Los problemas de Zapatero para presentarse ante los electores con algunos de los deberes que se había impuesto resueltos, le ha obligado a vender estas historias de las subvenciones y ayudas que serán una rémora estructural para los presupuestos del Estado y una medicina ineficaz para intentar enderezar la peligrosa espiral en que entrará la economía española en los próximos meses: desaceleración económica con inflación. El discurso de la bonanza le ha hecho aguas. Hay quien ha hecho las cuentas y con algunas de las propuestas de ZP da de sobra para cubrir la rebaja general de impuestos que promete el PP. ¿Pero no decían en el PSOE que no se podía pagar? No sólo se puede sino que se debe, teniendo en cuenta hacia dónde vamos. Sobre todo, sabiendo que el consumo está tumbado, porque los presupuestos familiares no llegan para hacer frente a los precios y a la hipoteca.