Buenas palabras que esperan hechos

POCO A POCO parece que las necesidades del Partido Judicial de Ponferrada, o al menos algunas de ellas, comienzan a ser escuchadas por los que pueden transformarlas en realidad para que dejen de ser eso: carencias y necesidades. Siempre y cuando las garantías y previsiones que se hacen «con casi total seguridad» no se queden en promesas y lamentos. El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, José Luis Concepción, expresó recientemente «con rotundidad absoluta» que Ponferrada será uno de los núcleos urbanos para los que se destine una de las seis nuevas unidades judiciales que desde el Gobierno de la nación se han prometido para la comunidad autónoma de cara al próximo año. Y es que la necesidad de un nuevo Juzgado de Primera Instancia para la capital berciana lleva patente desde hace mucho tiempo, sin que desde el Ministerio de Justicia se haya mirado de frente al problema. Digo problema porque la falta de órganos judiciales en la ciudad repercute en cada uno de los procesos que se abren, cuyos implicados ven -algunos para bien- como pasa el tiempo de una forma desmesurada desde que una denuncia se admite a trámite hasta que ésta desemboca en una sentencia, (no hablemos además de los recursos que posteriormente pueden ser presentados, porque la demora es entonces mayor). La reunión con el secretario de Estado de Justicia, Julio Pérez, a la que la pasada semana acudieron altos cargos de la abogacía del Bierzo y León en compañía de miembros de la Ejecutiva provincial socialista parece que ha dejado buena impresión a éstos que han calificado el encuentro de, además de cordial, como «fructífero». Estas valoraciones, unidas a las palabras del presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León han despertado «ilusión» entre los bercianos que ya dan por sentado que en enero del próximo 2008 se adjudicará para Ponferrada un nuevo juzgado. Y tal y como decía hace una semana el propio presidente de la delegación en Ponferrada del Colegio de Abogados de León Aníbal Fernández «sería incomprensible que una de las unidades previstas para la autonomía no fuese para Ponferrada». Si bien, Fernández quiso destacar en varias ocasiones el hecho de que el secretario de Estado de Justicia acogió sus propuestas «con simpatía», entendiéndose -espero- en el sentido de haberlo hecho con conocimiento de causa, es decir, de haber comprendido que, efectivamente, lo de la capital berciana no son caprichos, sino necesidades patentes. Sin ir más lejos, en Ponferrada se tramitan más casos que en los partidos judiciales de Soria y Ávila juntos. De todas formas él, acostumbrado a trabajar con pruebas, no se fía -comparto su opinión- de otra cosa que no sean hechos. Y creo que a estas alturas prácticamente nadie lo hace, porque las palabras engañan y los hechos pueden hacerlo, pero en menos ocasiones. El que sería el Juzgado de Instrucción número 7 no debe demorarse más, o al menos tanto como una sección de la Audiencia Provincial para Ponferrada que desde las altas esferas no se prevé que sea concedido pronto. Ahora, es momento de ver si esas garantías se traducen o no en hechos.