Buenos deseos... en voz alta

ENERO es el mes de los cambios de hábitos: baja el consumo de tabaco, sube el número de las dietas, empezamos a pensar en el gimnasio, en salir más y cambiar de formas de vida, incluso de pareja, porque también aumentan los divorcios. Ocurre sin embargo que los buenos propósitos suelen ser efímeros y que la mayoría se desvanecen en cuanto reemprendemos la rutina y nos percatamos del esfuerzo que representa cambiar de rutinas. Para evitarlo, investigadores de la universidad británica de Hertfordshire han descubierto ciertas claves que facilitan cumplir los buenos propósitos. La investigación apunta que algo tan simple como formular en voz alta aquellos aspectos en los que queremos mejorar incrementa las posibilidades de que trabajemos para su consecución durante el año que comienza. También ayuda mucho marcarse objetivos concretos con finalidades claras y prometerse un premio a modo de zanahoria. Y, sobre todo, contárselo a los allegados, que ejercen una importante presión social que empuja al voluntarioso Ya saben el dicho: el infierno está empedrado de buenas intenciones.