Bola de nieve imparable

ME LO sisean en voz casi imperceptible. No es la primera vez, pero sí la más alarmante. En Valladolid se está tramando suprimir titulaciones que actualmente imparte la Universidad de León. Hasta ahora todas las cartas barajadas tenían destino en la Facultad de Filosofia y Letras. Pero en esta ocasión la purga alcanza a las ingenierías de Agrónomos y de Minas. El pretexto es el mismo para todas: los pocos alumnos matriculados en primer curso. Estos planes cuentan con algunos aliados en León dispuestos a secundarlos e, incluso, a beneficiarse de ellos. Lo cierto es que estas ingenierías que imparte la Universidad de León no tienen licenciados en paro y, además, son absolutamente imprescindibles para el desarrollo futuro de León. Y no incluyo aquí la negrura del sector del carbón, aunque continuará su actividad, como mínimo, otro siglo más. Pensemos en el futuro de la minería de la pizarra en La Cabrera o en los planes del Gobierno para Los Payuelos. En el plenario académico del próximo día 24 se pueden tomar decisiones sobre las titulaciones que se impartirán en las cuatro universidades públicas en los años venideros. Nadie ha escuchado a ningún miembro de la comunidad universitaria de Valladolid ni una sóla palabra sobre la posibilidd de cerrar la titulación de Ingeniería Agraria que imparte en el campus de Palencia. Pero aquí sí se ha oído, aunque sea con sordina, que podría suprimirse la de León. Sin embargo, aquí no se ha informado de nada a la comunidad universitaria y, mucho menos, a la sociedad leonesa. Por eso el asunto huele aún peor. Y de la reunión que viene, a la que ya se ha producido. El viernes se celebró una jornada técnica en La Bañeza para reivindicar un viejo proyecto, ya un anciano con 80 años, primero de ferrocarril y ahora de autovía para unir León con Bragança. O para coser a ambas latitudes, por emplear un término del geógrafo Valentín Cabero. Asistí a la densa, extensa e intensa jornada, apadrinada por el Ayuntamiento de La Bañeza y la Asociación Amigos de Portugal. De hecho, mederé la segunda mesa redonda. Al encuentro asistieron el presidente de la Cámara Municipal de Bragança, los alcaldes de La Bañeza, de Puebla de Sanabria, de Santa María del Páramo y el vicealcalde de León. Todos los ayuntamientos se manifestaron unánimemente: para que esta nueva vía tenga prioridad absoluta sobre otras comunicaciones. Su posición la respaldaron totalmente los presidentes de la Cámara de Comercio, del Circulo Empresarial y de la Agrupación de empresas del transporte de la Fele. El presidente de la Cámara Municipal de Bragança anunció que el gobierno portugués ya había decidido darle esa prioridad y que en este mismo mes se licitaba el tramo de Bragança a Río de Onor. Por lo tanto, sólo nos queda conseguir el tramo español y que la Junta y el Gobierno de la nación le den la preferecia que le ha dado el ejecutivo luso. El representante de Bragança, el ingeniero Jorge Nunes, literalmente dijo que no deberíamos hablar de la autovía futura, sino de la inmediata autovía León/Bragança. El viernes en La Bañeza empezó a rodar una bola de nieve imparable. Los copos que caían a la hora del almuerzo quizá eran la premonición. Más les vale a socialistas y populares incluir esta comunicación en sus programas electorales para marzo.