Cuidado... que te pinchan

OBSERVANDO UN POCO a mi alrededor y las noticias que diariamente acontecen, no estaría de más que nos cubriésemos la espalda, ya que en el momento menos oportuno te la pueden clavar. Y nunca mejor dicho, a saber de los últimos acontecimientos que se han producido en la comarca berciana. Sin ir más lejos, este fin de semana se producía un apuñalamiento el barrio El Temple de Ponferrada. Un dominicano no dudaba en clavar con una navaja a un joven de 27 años, vecino de Toral de Merayo. Por suerte, la rápida intervención de los servicios de emergencia y la poca profundidad de la herida, localizada en la espalda, permitieron que a las pocas horas de su ingreso en el Hospital de Bierzo el joven agredido recibiese el alta médica. Pero este tipo de situaciones no sólo se producen de madrugada, como bien quedó demostrado hace pocas semanas en el partido de fútbol que enfrentaba a la Cultural y la Deportiva, encuentro en el que un joven también fue herido con arma blanca. Y no hablemos ya de otros casos en los que, aunque no hay arma blanca por medio, la agresión puede resultar fatal. La pasada semana fue el alcalde de Villafranca del Bierzo, el señor Agustín García Millán, al que le tocó la china, cuando un vecino decidió agredirle en el propio despacho del regidor, en el consistorio villafranquino. La cosa no fue a más, en parte por la presencia de un concejal y el secretario del Ayuntamiento que pudieron controlar la situación, pero la amenaza parece que sigue en pie. Y es que el agresor, que fue a protestar por la concesión de una licencia, había amenazado ya el día antes con pegar un tiro al alcalde y al secretario si no hacían lo que desde hace algún tiempo les lleva reclamando, que pasa por la retirada de un permiso de restauración al propietario de un conocido restaurante de la villa. Todos éstos son casos que no deberían producirse pero, como de vez en cuando es probable que sigan estando a la orden del día, tal vez si las consecuencias de estos actos delictivos llegasen más pronto harían reflexionar a quienes las protagonizan y, de paso, a quienes tienen pensado llevarlas a cabo. En este sentido, es de ley hacer mención a la lentitud con que en la mayor parte de los casos se resuelven las denuncias, algo que, al menos en parte, podría mejorarse con una mayor dotación de órganos judiciales. Precisamente desde Ponferrada son muchos los que cuentan los días que restan de mes para que, tal y como han adelantado los responsables en materia de Justicia a nivel comarcal, provincial, autonómico e incluso estatal, se dote a Ponferrada de un nuevo juzgado más de Primera Instancia y, con el tiempo, otro de lo Contencioso-Administrativo y de una sala de la Audiencia Provincial. En cualquier caso, el hecho de que los agresores, con o sin arma blanca, vayan a ser detenidos, puestos a disposición judicial y cumplan su condena, lo cierto es que eso no puede dejarnos más tranquilos a la hora de salir a la calle, porque cualquiera de nosotros puede ser víctima de lo que cada vez parece, al menos para algunos, ser algo normal. Yo, por el momento, guardaré mi espalda, no vaya a ser que, sólo porque alguno así lo decida, el día menos esperado pase sin razón alguna a ser el último.