AL TRASLUZ
Su tesoro
QUÉ tendrá el poder para crear tan intensos deseos y nostalgias. Mi tesoro, susurraba Gollum. Si se lo preguntan a un francés te dirá: Carla Bruni en los brazos de un señor bajito. Pero uno intuye que para un poderoso el sexo no es la primera de las eróticas, aunque a nadie le amargue un dulce. ¿Voluntad de servicio? Ojalá fuera así ya sólo en uno de cada diez políticos, aunque me temo que la estadística real ni siquiera da para ese porcentaje. Si pienso en los políticos sobre quienes tengo una alta opinión, todos tienen en común su condición de pájaros solitarios, con vuelo más silencioso que estridente , leales pese a la ingratitud, dignos en el naufragio, humildes en el logro, hombres y mujeres que -intuyo- dialogan con los modelos de conducta heredados de sus padres, de un maestro, o de un compromiso con la conciencia¿ en fin, haberlos haylos, pero poco frecuentes de ver, pues su sino es emigrar hacia el interior de sí mismo, donde el vuelo es alto y las nubes no son siempre nubarrones. El poder corrompe, dicen. Discrepo: no se corrompen al alcanzarlo sino durante la búsqueda. Admiremos a quienes están en política porque aún creen que debe trabajarse para los demás, con obligación de ejemplaridad, a quienes los logros son consecuencia de su valía y no de la maquinación. Pero abundan más otra clase de vuelos, el de quienes llaman ingenio al virtuosismo en el insulto, tienen egos como montañas pero huecos como la nada, llevan víboras en los párpados, injurian hasta dormidos¿ Mientras, ajeno a unos y a otros, el político pájaro solitario hace eficazmente su trabajo, consciente de su condición de perdigonable. Gollum añora la causa de su desgracia. ¿Qué tendrá ese cuervo ciego llamado poder para que tantos anhelen llevarlo posado sobre el hombro?