Madrid: la corrupción se agrava El país de Jauja

HASTA AHORA, el caso Guateque relacionado con la corrupción en el ayuntamiento de la capital en la concesión de licencias, había afectado exclusivamente a funcionarios. Pero el escándalo adquirió una nueva dimensión ya que el actual viceconsejero de Transportes, Luis Armada, ha sido citado a declarar como imputado por su labor entre 1997 y 2003 al frente de la Gerencia de Urbanismo, en tiempos por lo tanto del alcalde popular Álvarez del Manzano. La citación judicial recoge que el Juzgado de Instrucción número 32 tomará declaración a Armada el próximo 23 de enero a las doce de la mañana en calidad de imputado en dependencias de la propia consejería. Si se confirma esta implicación, ya no sólo se registraría una responsabilidad política de las administraciones populares in vigilando : también existirían responsabilidades políticas objetivas de carácter penal. El caso puede ser al fin más grave de lo que parecía en un principio. AHORA que media España discute a cuenta del fallido intento de ponerle letra al himno nacional, lo mismo nos encontramos que a algún perspicaz ciudadano se le ocurre proponer un cambio en el nombre de España y que nuestro país pase a llamarse, por ejemplo, Jauja. Hago está reflexión a propósito de todas las promesas electorales, algunas ciertamente disparatadas, que se vienen haciendo estos días tanto desde la izquierda como desde la derecha. A los ciudadanos nos prometen de todo, y si se cumplieran todas esas promesas éste sería el país de Jauja, un paraíso, aunque eso sí, habría que saber también cómo se van a financiar luego tantas y tantas promesas, teniendo en cuenta que puestos a prometer nuestros políticos también prometen rebajas sustanciosas en los impuestos. Si alguién se molesta en ordenar una por una todas estas promesas electorales se encontrará con una lista de propuestas que sin duda mejoraría notablemente nuestro país. Pero ya sabemos que una cosa es predicar y otra distinta dar trigo. Aunque yo me apunto a que las cumplan y el nuestro sea el país de Jauja.