LA VELETA
Peligro de autodestrucción
L OS CANDIDATOS a ser el candidato de los demócratas a la Casa Blanca, Hillary Clinton y Barack Obama, han levantado el pie de un acelerador de críticas mutuas que les había colocado ante un delirante precipicio con alto peligro de autodestrucción. La iniciativa de retirar las cuñas radiofónicas que descalificaban a su adversario corrió a cargo de Hillary Clinton que peleaba por el voto negro de Carolina del Sur. Obama hizo lo mismo, poco tiempo después. Los ataques personales habían alcanzado términos tan delicados e hirientes que muchos analistas norteamericanos han llamado la atención del riesgo de autodestrucción interna de los demócratas mucho antes de enfrentarse al candidato republicano. Obama bromeaba diciendo que la calentura de su enfrentamiento con Hillary suponía irse entrenando para cuando llegara su hora con los republicanos. Las descalificaciones habían llegado demasiado lejos para los propios intereses demócratas que tienen una clara ocasión de recuperar la presidencia de los Estados Unidos. La elección de The New York Times a favor de Hillary Clinton, realizada públicamente en un editorial, ha contribuido a rebajar la tensión pero no significa que tanto el aspirante afroamericano como John Edwards, tercero en discordia y posible comodín para el ticket presidencial, vayan a tirar la toalla antes de que sean los ciudadanos quienes decidan el próximo 5 de febrero en el conocido «supermartes». Un proceso similar se vive en el bando republicano donde las quinielas son mucho más variadas y nadie se atreve a hacer un pronóstico hasta que no se conozca el resultado del supermartes. Los argumentos que esgrime el prestigioso periódico para decantarse por Hillary, algo ya previsto después de pedir que cesaran las duras críticas entre ambos candidatos, pueden hacer mella en Barack Obama, la gran novedad de la campaña electoral, pero sin la preparación y experiencia de la esposa del ex presidente, quien, por cierto, también ha rebajado sus críticas hacia Obama. Dice The New York Times que Clinton está ahora más cualificada que Obama para enfrentar inmediatamente los desafíos que van a requerir soluciones concretas, firmeza y la habilidad de hacer funcionar al Gobierno, siendo respetada como comandante en jefe y en la escena internacional, donde cambiará totalmente el papel y la imagen de Estados Unidos. Todo eso siempre que Hillary y Obama no se destrocen antes de las elecciones.