Promesas

TODO está ya en función de la fecha electoral del 9-M, pero más acusadamente que nunca. Si el Gobierno se esfuerza en ilegalizar a ANV y PCTV, eso es una decisión electoralista, y por ello es una decisión en entredicho. Si Rubalcaba anuncia la detención de los islamistas, varios de ellos suicidas, que se disponían a atentar contra el Metro barcelonés, también se pone en entredicho la revelación, por cuanto los detalles proporcionados no terminan de convencer. Si Pizarro no acompaña en su viaje a Barcelona a Rajoy, también se interpreta en clave electoral: Pepiño Blanco sugiere que Pizarro puede ser otro tapado para suceder a Rajoy, si éste perdiera las elecciones... Pero donde en mayor medida se ve el electoralismo puro y duro, y nada disimulado, es en la propuesta que ha efectuado Rajoy en materia fiscal, y que supera todas las restantes propuestas en esta materia, que parece haberse convertido en la propuesta esencial y definitiva para la campaña en marcha. Rajoy promete más que nadie, y está por ver si el Gobierno y Zapatero la igualan o la superan... De manera que, aunque la gran actualidad siga centrada en las actividades de los dos terrorismos vigentes y actuantes en nuestro país, ETA y sus secuaces, de un lado, y los islamistas fanáticos, de otra parte, sin embargo, siguen prevaleciendo las promesas estrictas sobre la futura fiscalidad de los españoles, materia en la que el PP está haciendo verdaderos esfuerzos y avances... El PP propone dejar el IRPF en tres tramos y bajar el tipo máximo al 40 por 100. Tres tramos con tipos del 20, 30 y 40 por 100, de modo que cuatro de cada diez trabajadores quedarían exentos de pagar, y una rebaja del impuesto sobre la renta del 16 por 100 para los asalariados. Algún diario no tiene tudas en llamarla «Superoferta fiscal de Rajoy», y otro cuenta que Rajoy «tienta al empresariado», con sus propuestas de rebajas de enero, que se estiman en unos 550 euros por contribuyente. El máximo baja del 43 al 40 por 100, y el mínimo pasa del 24 al 20 por 100. Por debajo de 16.000 euros no se paga, y las trabajadoras recibirán mil euros. ¿Hay quién dé más? No puede sorprender que la vicepresidenta de la Vega se haya lamentado y se queje de que el PP se propone ganar las elecciones al precio que sea, y empleando toda suerte de ofertas. En las fiscales, no hay duda de que se está superando...