Buenos cambios

LA PASADA semana se realizó el traslado de la escultura de Muñiz Alique en homenaje a la lucha leonesa, que se retiró de la rotonda de San Marcos y se había colocado en una zona de césped en la confluencia de la avenida de la División Azul con Circunvalación, en un sitio donde apenas se veía. En su día critiqué este traslado por el deslucido emplazamiento, señalando que igual que había sido sustituída de delante del Auditorio por otro grupo escultórico más acorde para ese lugar como es el monumento al maestro Odón Alonso, estaba claro que el que le correspondía a La mediana era en las proximidades del Palacio de Deportes. Por fin ahora está allí, en su sitio, lo que es de agradecer. Otro cambio también para bien ha sido la retirada del viejo quiosco del principio de Papalaguinda, próximo al puente de los Leones. Llevaba tiempo cerrado, sólo era un estorbo y deslucía el lugar, al estar lleno de pintadas y carteles. Es de agradecer también su retirada. Pero ya puestos, me atrevo a sugerir otro cambio a quien ha ordenado éstos. Se trata de retirar de la vía pública el quiosco que se colocó en la plaza de la Inmaculada, ante el número 7, con la idea de que sustituyera al de toda la vida (que está en la confluencia con Julio del Campo), cuando se hicieran las obras del aparcamiento subterráneo, que se suspendieron por orden judicial. Ese quiosco nuevo (?) se ha deteriorado notablemente con pintadas y suciedad y es un auténtico estorbo, en una zona muy transitada y no demasiado ancha, por lo que me atrevo a pedir que se retire de la vía pública por inservible y tal vez se podrían exigir responsabilidades a quien tan alegremente gastó el dinero público que costó a unas arcas vacías.