Reparar el 0,7%

LEÓN tiene un mural que se cae a trozos. Está en la plaza de Santa Ana y simboliza la lucha social de la solidaridad con los pueblos frente al despilfarro de las guerras imperialistas. Es un mural de autor, del pintor lacianiego Manuel Sierra. Pero se cae a trozos. Es un mural que grita un deber moral: el deber del 0,7 por ciento. Pero es un grito rasgado, silenciado en una pared abandonada y descolorida. Esa pared se ha convertido, sin pretenderlo, en un retrato de la actitud de la ciudad en los últimos años respecto a la ayuda al desarrollo: Despreocupada, de abandono, de pura dejadez... El Ayuntamiento de León ha dedicado cero euros a cooperación interacional al desarrollo durante cuatro años. Y todavía tiene pendiente parte de la deuda con proyectos a los que garantizó una ayuda. Esa deuda prácticamente hipoteca el poco dinero que se dedicará este año, por fin, a proyectos de desarrollo en países del tercer mundo. Pronto se constituirá en León el Consejo Municipal de Cooperación para orientar ese papel que la ciudad tiene en el mundo y del que hasta ahora había abdicado, pese a situarse en la vanguardia en el arte contemporáneo. El mural del 0,7 por ciento se cae a trozos en León porque la ciudad mira para otro lado y la ciudadanía también. Pero alguien debería reclamar su reparación antes de que pase lo irremediable, es decir, que se degrade tanto que alguna cabeza pensante decida que es mejor borrarlo de un brochazo. Es un mural humilde, callejero... sí, pero es una imagen comprometida. O ¿acaso sólo es el resto desvencijado de un ideal? Y esa es la imagen que quiere para sí el actual gobierno de la ciudad cuando se prepara para dar un salto en la política sobre cooperación al desarrollo, dando voz a la sociedad y con el reto de alcanzar en los próximos tres años al menos el 0,4 por ciento de los presupuestos municipales para ayuda al desarrollo. No está mal para reparar una deuda histórica y atrasada... si se cumple. El 0,7% necesita en León una seria reparación.