Propuestas ambiciosas Telebasura

ANTE la inminencia de las elecciones generales del 9-M, las Amnistía Internacional, Greenpeace e Intermón Oxfam han solicitado a los candidatos que concurren a las elecciones, y a sus partidos, que se comprometan a asumir diez «retos globales» como propios y a defenderlos e impulsarlos, tanto si alcanzan responsabilidades de gobierno, como si ejercen sus funciones desde la oposición. El decálogo contiene propuestas concretas sobre cambio climático, derechos humanos, política migratoria y reducción de la pobreza. Entre las medidas destacan la de adquirir el compromiso a que el 50% de la electricidad que se consuma en 2020 provenga de fuentes de energía renovables; que se reduzcan en un 30% las emisiones de CO 2 , y que España destine 1.000 millones de euros anuales a paliar los efectos presentes y futuros del cambio climático en los países pobres. También, la creación de un Ministerio de Cooperación Internacional para el Desarrollo. ¿Se atreverán? UN PERIÓDICO digital de Cataluña, al hilo de la noticia de que concluye la emisión de Aquí hay tomate , realizó una encuesta entre los visitantes de su página web, con la siguiente pregunta: «¿Cree que las cadenas de televisión deberían reducir sus espacios de información rosa?». La respuesta fue clara: el 95% respondió afirmativamente. Ya se sabe que estas encuestas no tienen rigor científico alguno por lo que sus resultados han de ser acogidos con escepticismo y cautela; sin embargo, en este caso, la paradoja es clamorosa: los programas rosa tienen una gran audiencia (de otro modo, no abundarían tanto) aunque el público acude a ellos con evidente mala conciencia, consciente de que hace mal recreándose en la telebasura, y en el fondo deseando que se le libere de la tentación de contemplarla. La contradicción es intrínseca al ser humano, pero no es razonable negarla ni ignorarla, reprobar la frivolidad y al mismo tiempo engancharse a ella. Quizá la escuela -la buena escuela- podría desempeñar un papel en esta necesaria clarificación de nuestras pasiones y de nuestras convicciones.