EN POCAS PALABRAS LETRA PEQUEÑA
La izquierda aberzale no estará el 9-M El agua
EL MINISTRO del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró, al cierre del plazo para la presentación de las candidaturas a las generales, que no hay ninguna formación ni agrupación electoral «durmiente» que se haya activado en las últimas horas con esa intención. Rubalcaba afirmó que, además de que las Fuerzas de Seguridad «persiguen» a ETA para que no cometa acciones criminales, «también vamos a impedir que ETA haga política». El ministro expresó su respeto a la decisión judicial de detener el lunes a los dirigentes de Batasuna Pernando Barrena y Patxi Urrutia y señaló que las Fuerzas de Seguridad están buscando al asesor de la formación ilegalizada, Unai Fano, al parecer huido tras una filtración que habrá que aclarar. Conviene, en todo caso, mantener a partir de ahora plena coherencia con esta posición del Estado: ha de extremarse constantemente el rigor en tanto ETA no haya abandonado definitiva e irrevocablemente las armas. PP Y PSOE se ha enfrentado, como es bien conocido, por el Plan Hidrológico Nacional y, más concretamente, por la política de trasvases. El trasvase del Ebro hacia Valencia y Murcia, proyectado por el PP, ha sido cancelado por el PSOE. Pero no acaba aquí la confrontación: unas manifestaciones de Pizarro han provocado el enfrentamiento entre el PP aragonés, contrario al trasvase, y el valenciano, favorable. También en el PSOE existen estas sensibilidades opuestas entre la militancia de las regiones respectivas. El problema real que late bajo estas discrepancias no es en modo alguno técnico, ni siquiera político: es ideológico. A fuerza de frivolizar sobre la idea del Estado, se ha perdido, a lo que parece, el sentimiento de solidaridad interregional y el de pertenencia a una nación de naciones llamada España. Ya produjo sonrojo que, en la negociación de cierto estatuto de autonomía, los nacionalistas regateasen cicateramente los recursos destinados a la solidaridad interregional. Con el agua está sucediendo lo mismo: el particularismo y el egoísmo han ganado definitivamente la partida a la magnanimidad.