AQUÍ TE ESPERO
Ahorro
LA CALEFACCIÓN tiene un coste y por eso creo que no se debe despilfarrar. Cuando hay partidos o espectáculos en el Palacio de Deportes no es raro que en el descanso se abran las puertas de la calle para refrescar el ambiente. Esto podía tener algo (?) de sentido antes de la Ley que prohíbe fumar en lugares públicos o de trabajo, algo que en un recinto deportivo es mucho más necesario porque se «obligaba» a quienes estaban realizando deporte a hacerlo en unas condiciones inadecuadas para sus pulmones. Pero por fin la ley dejó las cosas claras y ahora los que siguen con el vicio tienen que salir a la calle si quieren fumar. Por eso parece que hay una manifestación ante las escaleras y rampas de acceso de la fachada principal cuando llega el descanso. No me opongo a que salgan, pero sí creo que debe controlarse la apertura de las puertas, porque a menudo se dejan abiertas y entran corrientes que obligan a quienes se sientan cerca a ponerse los abrigos, continuando la segunda parte en un ambiente bastante más gélido que al principio. Si los responsables creen que está demasiado caldeado el ambiente, en el auténtico sentido de la palabra, será mejor que opten desde ahora por bajar varios grados el termostato desde el principio, y así se gastará bastante menos y no habrá que refrigerar a medio partido, al tiempo que nos ahorraremos todos escalofríos y hasta resfriados. Por cierto que abundando en los estorbos a que aludía la semana pasada, decir que hace más de dos años que está parada la obra del edificio número 51 de Padre Isla y sin embargo allí siguen las vayas y la tolva de cemento en la acera estorbando a quienes pasan, que son numerosos.