LA ASPILLERA
La pesadilla
«...QUE carguen los prometedores sin tardanza, lanzad una andanada de contratos de integración para inmigrantes, apuntad a las cejas que es el talón de Aquiles del enemigo... ¡jefe nos atacan desde el flanco izquierdo con las nuevas ayudas por hijo! ... ¡resistid marianos!... ¡Dios qué golpe! ¡nos han destrozado siete baterías con un bombazo de 1,2 millones de empleos para mujeres!... ¡ni caso! ¡cargad los morteros con el gas letal de las ofertas vanas de 8.000 empleos de la Ciudad de la Energía y esparcirlas sobre el enemigo!... ¿pero, jefe, no son armas prohibidas por Ginebra?... ¡ni ginebra, ni vodka, ni carajillo que lo fundó! ¡¡¡fuego!!!... ondia que viene un misil ¡cuerpo a tierra! ¡es el de los 400 euros!.. tranquilos chicos, no es más que barata metralla, petardos de feria... ahora verán lo que es bueno: cargad el cañón-prometedor de 88 milímetros y lanzad bombeada una serie de proyectiles de 2.299.000 empleos por legislatura... jó jefe, eso sí que es fuerte... por cierto, veo a lo lejos banderas púrpuras, deben ser las huestes leonesas, fieles a ZP hasta la muerte, vaya peligro; cargad el obús pucel-ano, elevación 22 grados, apuntad bien marianos, ¡fuego!... ¡pero tíos! ¡¿en qué tómbola os han dado el título de artilleros!?, os habéis cargado un puente romano, ¡animales! luego nos dicen que no respetamos el patrimonio... jefe ¿quiere milagros con este Flak 18 que ya utilizaba la Legión Cóndor?... ¡ni milagros ni leches! no os queda ni tanto así de ardor guerrero, eso es lo que pasa... muy bueno jefe, eso se llama animar a la tropa en momentos difíciles... ¡cuidado!, cuerpo a tierra, disparan desde aquella colina ráfagas de ametralladora MG-42 con munición rompedora: aumento de más de 200 euros para las pensiones mínimas... están que lo tiran oyes, no sé de dónde sacan tanta munición, digo yo que se les agotará algún día... respondamos al feroz ataque, ahora verán: misil tierra-tierra cargado hasta los topes con el 4,4 % de la inflación de enero... bien jefe, ya era hora de sacar el material de última generación; en el otro misil, cargad los 500 millones de árboles, a ver si se los plantamos en La Moncloa ... elevación siete grados, sí jefe a las cejas, ¡¡¡fuego!!!...» (...) El candidato se despertó sobresaltado justo cuando en el despertador sonaba el soniquete cachondo: «todos somos de León, contentos de ser de aquí...». Su mujer apreció que temblaba: «¿Qué te pasa, estás malo?» «Nada, nada, un mal sueño, una pesadilla...» «Anda quédate un poco más y descansa¿» «Como para descansar, hoy toca mitin en León¿» «Es verdad, se me había olvidado¿ vaya telar» «No hay problema, hay más amigos que enemigos, o al menos eso creo, y además tengo preparada una promesa-bomba¿». Y al decir «bomba» le pasó la pesadilla bélica por su mente a velocidad de vértigo. Tomó aire, se incorporó, se puso las pantuflas con el escudo del Barça que le había regalado Laporta y descorrió la cortina de la ventana. Respiró aliviado al comprobar que no se había roto España; todo estaba en su lugar. Entró en el baño, se duchó y se afeitó cuidadosamente las mentiras del día anterior. Se sintió un hombre nuevo y salió eufórico a la calle con todas las promesas por delante. «España me necesita», se dijo. Y se dispuso a repasar el manual de frases hechas.