EL BALCÓN DEL PUEBLO
Continúa la pertinaz sequía
AL ÚLTIMO trimestre ya le han puesto el escapulario: es el más seco, climatológicamente hablando, desde hace sesenta años. O sea, desde que Franco editó aquello de la «pertinaz sequía». Lo único que ha faltado en ese tiempo es el chiste de Mingote, reeditando el que dedicó a Felipe González. Lo tenía, y lo tiene, a huevo. El texto sería de este tenor: «Continúa la pertinaz sequía. Culpable, Rodríguez Zapatero». Es de lo único que no le culpa, de momento, el PP aprovechando los tiempos electorales. Quizá el obispo de Astorga, Camilo de Lorenzo, debía sacar en rogativa a la Virgen de Castrotierra para acentuar la oposición al Gobierno. Pero, bueno, el caso es que los embalses están bajo mínimos. Sólo tienen agua para el abastecimirento de ciudades y pueblos, para el consumo humano y para el caudal ecológico. Al día de hoy no hay ni un litro para el riego en nuestra agricultura. Y los campesinos lo saben bien: sin agua no hay vida. Sólo desertización y miseria. Y esto prrecisamente ocurre en un momento en que que escasean los alimentos en los mercados mundiales y están disparados los precios de productos básicos, como los cereales y el maíz. Se me antojan dos reflexiones al hilo de este tema. Primera: menos mal que en León tenemos embalses, porque donde no los tienen la situación todavía es mucho peor. La reflexión es muy importante que la hagan aquellos a los que se les calentó la boca contra la construcción de embalses en el pasado, o sobre la regulación de los ríos Eria y Duerna en el futuro. No debe olvidarse que la agricultura es, indiscutiblemente, un sector estratégico. Y sin embalses no hay agricultura ni caudal ecológico. Segunda reflexión: resulta un disparate la pretendida apropiación del agua en lso estatutos de autonomía reformados, incluido el de Castilla y León. Desde las organizaciones ecologistas, hasta la Federación Nacional de Comunidades de Regantes, han manifestado que la administración del agua es cuestión de Estado. El agua disponible no puede partirse o repartirse por las comunidades autónomas como si fuera un rastro de retales. Hay ejemplos suficientes de este absurdo. El trasvase del Ebro ha quedado reducido a un imposible si no hay agua suficiente para regar en Aragón o Barcelona tendrá que ser abastecida de agua por barco desde una desaladora de Almería. La Junta quiere la transferencia de la Confederación Hidrográfica del Duero cuiando no ha sido capaz de cerrar y gestionar el miniembalse de Villagatón. Unos disparartes. Quizá, lo lógico sería que el Tribunal Constitucional dictaminara que todos esos estatutos de autonomía que disponen sobre el agua neciamentre fueran declarados inconstiucionales. Porque la necedad intrínseca no se arregla con campañas de explicación del Estatuto como la que tiene organizada De Santiago Juárez. Y antes de cerrar el balcón, abro una página web para manifestar mi solidaridad con los médicos represaliados de Leganés. Por la defensa de la sanidad pública y el derecho a una muerte sin dolor y sufrimientos. He firmado en ella. Y les animo a rurbricarla en esta dirección. «quemeatiendamontes. wordpress.com». Y dos apuntes deportivos: nuestras chicas disputarán hoy la final de la Copa, y el Ademar ganó de ocho en su evite de Champions. La cruz fue la Cultural.