¡No! ¿Si? ¿Pero qué me dices?

LA SECRETARIA de Política Autonómica y Local del Partido Popular, Soraya Sáez de Santamaría, de visita por nuestra provincia, se ha lanzado a la arena de los leoneses con un reconocimiento de que en esta tierra nuestra el proceso de destrucción de empleo acaba cada día con unos cincuenta y cinco puestos de trabajo de media, siendo más de treinta los que corresponden a las féminas. No sé si la chica ha advertido, en medio de tan categórica aseveración, que el gobierno autonómico compete a sus mismas siglas y que la agonía de nuestra provincia se ha acelerado en los últimos años mientras otra cercana crece y engulle las enjutas carnes de la jaca famélica en la que nos han convertido. Para mí que le ha caído un capón a la morena, o dos, o incluso tres: el local, el comunitario y hasta el nacional por no acompasar el curso del pensamiento con el ejercicio de la sin hueso. Debería escuchar a de Santiago-Juárez cuando aclara que de cada cuatro eurillos de esta nuestra comunidad, uno se arremanga las faldas para emprender el Camino de Santiago con parada obligada en León. Y luego dicen que nos cabreamos, y hasta afirman que somos el paso descompasado en la procesión, y los más grandes toca narices autonómicas, y los más llorones. Pues lamento decirles a Vuesas Mercedes, mis señores, que les acaba de asomar un forúnculo purulento similar al leonés en la cabeza de Castilla que, mal que les pese, sigue siendo Burgos. Siempre he afirmado que el aliado natural de León en sus demandas es Castilla, y lo sigo manteniendo. La Castilla histórica, claro. Les invito a pasearse por los blogs, tribunas de opinión y vericuetos informativos varios de Burgos para descubrir que no estamos solos en nuestras quejas, y que, para bien o para mal, ya son muchos los castellanos que entienden que no es León el parásito sacadineros sino Pucela el Saturno que devora a sus vecinos. Vampirismo de Valladolid, le llama Miguel A. López Santaolalla en una entrevista publicada recientemente. En ella se habla del asunto molesto de la capitalidad, del retraso intencionado en la creación del parque tecnológico, del tema de la fusión de las Cajas de Ahorro, de las presiones para que ciertas empresas que deseaban instalarse en Burgos acaben en la capital del Pisuerga, de los orígenes artificiales y sin pronunciamiento popular de la Autonomía, de la macro-región que es más extensa que algunos países de Europa, de la nula consolidación de unas señas de identidad propias, de un centralismo que asfixia. En otro foro, llamado ciudadanos de Burgos, se advierte que Valladolid ve la paja en el ojo de León, pero no la viga en el suyo ya que la parte del león -también la de León y la de Castilla- queda allí depositada cual hucha. Añaden estos castellanos, hermanos en sus quejas nuestros, que los jóvenes se marchan ante la falta de expectativa laboral, que la única provincia beneficiada, llueva o truene es Valladolid. Les animo a seguir atentamente este movimiento que surge en la cabeza de Castilla, tan cercano en sus quejas que parecen nacer de la misma garganta que la nuestra. Ya les iré contando.