APOLOGÍA DEL BIEN
Seudodemocracia
DURANTE LA campaña electoral los ciudadanos fuimos los dioses: nos ofrecieron soluciones inmediatas para todo, e incluso nos dieron cariño, nos besaban, nos abrazaban. Los líderes vinieron sin corbata a vernos a la ciudad y a los barrios. Qué bien. Tantas banderas, tanta gente en los mítines. Y, ¿ los dos debates? Qué morbo tan grande, pero para sorprendernos, dijeron lo mismo que siempre. La única novedad fue la niña de Rajoy, la pudimos ver, porque la tenía en la cabeza. ¡Pobre niña! Ahora ya no tiene en la cabeza a la niña, tiene a una señora muy peligrosa: se llama Esperanza. Muy liberal, ella. Su liberalismo es tan particular que se trata de privatizar todo. Ella con su liberalismo y Gallardón con su narcisismo y su demagogia están consiguiendo que Madrid sea una ciudad inhabitable, de las más caras de Europa, la más contaminada. Todo lo que se les ocurre, a petición de los constructores de élite, es hacer túneles. Ese es buen negocio. No se olviden de estos datos: al PP le tenemos que pagar veinte millones de euros y al PSOE unos cinco mil euros menos, por los votos. O sea, que se embolsan más de tres mil millones de pesetas cada uno. Eso para el partido, o sea, para lo que sea. Pero, además, les tenemos que pagar el sueldo, el teléfono, el coche, los viajes, dietas, gastos de representación... a 350 diputados/as y a los respectivos senadores, que no son necesarios. Si aquí fuéramos tan rigurosos como en Estados Unidos (véase el caso del gobernador de Nueva York, que le obligan a dimitir por andar con mujeres, o el caso de Clinton, por permitir que una becaria le hiciera felaciones), cuántos tendrían que dimitir por invitar a cenar a amigas a cambio de favores. Los ciudadanos ya hemos hecho bastante. Ahora, a esperar cuatro años más. Los lideres ya han vuelto a sus cosas. Zapatero piensa como premiar, con lo público, a los suyos; y Rajoy, cómo superar el efecto. Sacó mejores resultados que nunca, pero menos diputados que Rodríguez Zapatero. No le funcionó la estrategia de recurrir a los currantes, ni al peligro de los emigrantes, aunque le faltó poco: un millón de votos más y hubiera tumbado a Zapatero. En una sociedad, coyunturalmente en crisis y estructuralmente bloqueada como la nuestra, para salir del circulo vicioso hace falta que funcione la democracia en todos las direcciones. Para estar en una democracia seria y en una sociedad normal tienen que desaparecer sueldos, como el del presidente de BBVA, que cobre 5,7 millones de euros al año, más de 75 millones de pesetas al mes, o el presidente de Iberdrola, que cobre 4,4 millones de euros al año. Son ejemplos, podríamos citar a muchos más. Sí, los gobernantes permiten eso y otras cosas; y les parece mucho lo que suben las pensiones y el salario. Pues eso no puede ser democracia.