Algunos nombres

SUPONGO QUE, como ya han pasado las elecciones, se puede volver a hablar de cosas serias. De exposiciones y artistas, por ejemplo. En los últimos tiempos, la fructífera colaboración del IEB con el Instituto Leonés de Cultura está aportando al más bien estancado panorama de las artes plásticas locales un soplo de frescura que se agradece. Un ejemplo se puede ver hasta el día 28 en la sala del Campus de Ponferrada, donde José Luis González Macías ofrece en Versiones incompletas tres inteligentes objetos poéticos cargados de sugerencias que nos hablan de las dificultades de la comunicación y de la madurez a la que ha llegado la creatividad del artista ponferradino. Son tres piezas interactivas en las que el espectador debe intervenir para obtener un resultado paradójico. La máquina de escribir que autodestruye los textos, el megáfono que responde al estímulo sonoro dispersando una incoherente cascada de letras y el balde que refleja lo contrario de lo que uno espera son composiciones a medio camino entre el poema visual y la instalación en las que no está ausente una mirada irónica. No es un caso único el de Macías. En estos momentos existe una nueva generación de artistas bercianos, dispersa y probablemente escasamente conectada (quizá porque así es el mundo de hoy), pero con el denominador común de trabajar con ideas y materiales absolutamente modernos. Algunos desarrollan su labor profesional en el campo del diseño, caso de Juan Manuel Salví o Juan Carlos Ramos. Otros se han ganado un prestigio en el mundo de la ilustración, caso de Silvia Prada, y no falta quien ha emprendido un camino de creación rabiosamente contemporáneo, caso de Ángel Núñez Pombo. Son algunos nombres, escasamente conocidos en el Bierzo, a los que habrá que tener en cuenta.