LA VELETA
Rectificar
DIJO ZAPATERO, nada más conocer el resultado electoral, que iba a corregir los errores y a gobernar mejor. Personalismos al margen, para gobernar mejor hay que tener mejores ministros que gestionen ese programa lleno de ofertas que han votado mayoritariamente los españoles. Al margen de la economía, tema prioritario, hay otros departamentos que necesitan una puesta a punto. Voces, seguramente interesadas, aseguraban estos días en medios diplomáticos que Moratinos estaba muy tranquilo y que en Exteriores se sentían todos prácticamente ratificados en sus puestos. Si hay un área que necesita un golpe de timón es precisamente la política exterior relegada a un segundo plano en la anterior legislatura. Para esta tarea hace falta una cara nueva porque hay que recuperar protagonismo en Europa, hay que restañar heridas con Estados Unidos y aprovechar el cambio de inquilino en la Casa Blanca, dando un vuelco en las relaciones y anticipándose a la llegada a la presidencia del candidato electo. Que decir de América Latina. España tiene que ser una referencia en la transición cubana y tenemos demasiados intereses económicos en el continente como para poder permitirnos el lujo de ir mandando callar a uno de sus presidentes por muy fantoche o estrambote que nos parezca. Que nos lo parece. En cuanto a Justicia, al margen de la huelga que tiene colapsados los juzgados, se necesita recuperar el consenso con el PP porque hay que renovar el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial y no parece que Mariano Fernández Bermejo, impecable fiscal, parezca la figura más adecuada para lograr un acuerdo. Es un buen parlamentario, pero su verbo incisivo no ha contribuido al buen clima político. Casi se podría decir lo mismo de Magdalena Álvarez. Sólo que multiplicado por diez. Es difícil que repita una ministra reprobada en el Senado. Fue duramente tratada por el retraso de la llegada del AVE a Barcelona, sin ser la única culpable.Bernat Soria podría volver al microscopio. No tiene este país investigadores de talla internacional como para perder a uno de ellos entre las paredes de un ministerio con casi todas sus competencias transferidas. Así que Zapatero ya tiene tarea para sus vacaciones en Doñana: un cuaderno, un lápiz y una goma para hacer varias listas que incluyan los compromisos, los cesantes, los intocables y los recuperables.