El ganador reivindica autonomía Soberanía

ZAPATERO cree que los socialistas han obtenido la «mayoría amplia, suficiente y sólida» que buscaban para gobernar con «autonomía», aunque pidió a sus compañeros que sean «austeros en sus comportamientos» y «contenidos en el ejercicio del poder». Zapatero destacó asimismo que el PSOE es la «fuerza política central», apostó por «consolidar esa centralidad» y puso especial énfasis en su compromiso en intentar la unidad de todas las fuerzas políticas para luchar contra el terrorismo. Además, destacó sus prioridades para los próximos cuatro años: la necesidad de «persistir» en el «cambio emprendido», activando la economía en este «periodo de desaceleración» mediante la «estrategia», que calificó de «decisiva», del «diálogo social»; la cooperación del Estado autonómico, reduciendo «brechas territoriales»; comprometidos con el proyecto europeo y la paz y gobernando para todos y en especial, para los que «más necesitan» de las políticas sociales. NO SE SABE qué resulta más sorprendente: si el hecho de que Ibarretxe pretenda convocar por su cuenta y riesgo un referéndum de autodeterminación o la frescura aparentemente ingenua con que el lendakari explica su interés en acordar con el presidente del Gobierno una reforma del statu quo vasco que desemboque en un plebiscito popular. De la Vega ya ha recordado las tres condiciones -las tres ces- que debe reunir una reforma estatutaria: Constitución, consenso y apoyo de la ciudadanía. Pero es que debería resultar innecesario el recordatorio: Ibarretxe ocupa un cargo institucional en un gobierno que emana de la Constitución española de 1978 y de un estatuto de autonomía. ¿Cómo puede pretender ahora construir de la nada un modelo inarmónico con estos precedentes? En el fondo, el viejo Arzallus acaba de poner abruptamente el dedo en la llaga: la cuestión estriba en si se reconoce o no la soberanía vasca. Pues pierden el tiempo Ibarretxe y Arzalllus porque este asunto ya quedó zanjado con la Constitución, que abre cauces y procedimientos, y nada indica que exista una voluntad mayoritaria de reabrirlo.