EL BALCÓN DEL PUEBLO
Los partidos se ponen al día
ES DOMINGO de Resurrección. Y nieva. Dos júbilos. Tras los resultados de la pasada campaña, los partidos leoneses con un número apreciable de votos, están sacando las debidas conclusiones y poniéndose al día en cuestiones que tenían aplazadas. Excepto IU, que parece haber quedado satisfecha con unos pocos miles de votos y, por lo visto, ha cerrado cualquier otra reflexión. La UPL, por su parte, ha quedado traumatizada con la pérdida de diez mil votos respecto a las anteriores generales. Es evidente que le perjudicó la polarización de la campaña. Pero también es claro que plantearon la misma campaña de siempre, sin ninguna imaginación ni atractivo puntual para el electorado. El sector crítico a la actual dirección, encabezado por Joaquín Otero y Herrero Rubinat, no podrán capitalizar el fracaso. No participaron en la campaña electoral y, por ende, les falta autoridad moral ante las bases del partido. Y otra razón a mayores: su alineamiento con la Junta para desestabilizar al equipo de gobierno del Ayuntamiento de León está siendo tan evidente como sospechoso. El PP, por su parte, ha obtenido el peor resultado de muchos años. Las explicaciones que han dado Isabel Carrasco y Juan Morano se han limitado al « efecto Zapatero». Ellos mismos admiten implícitamente que si Zapatero ha tenido efecto, será porque una gran parte de los leoneses han visto la realización y puesta en marcha de proyectos muy interesantes para León. Es decir, la estrategia de vocear que Zapatero no había hecho nada, que vendía humo, que todo eran incumplimientos, se ha estrellado contra la realidad y ha sido contraproducente para el propio PP. Un número importante de votos de centro les dejó tirados, yéndose directamente a la urna socialista. También se ha demostrado como un error poner de cabeza de lista a Juan Morano y a Carlos López Riesco. No han aportado ni un sólo voto en una campaña totalmente anodina, a pesar de haber contado con la ayuda masiva de Madrid para escenificar aquí el mayor mitin de Mariano Rajoy de todo el noroeste. El creciente sector crítico del PP leonés ha visto confirmado que la candidatura la hizo Isabel Carrasco a su medida para reforzar su control del partido, en lugar de para ganar votos. Estos sectores críticos ya no esconden su preocupación por la deriva que imprime Isabel Carrasco al partido. En el PSOE, mientras tanto, sin apenas tiempo para saborear la victoria, la dirección provincial, que encabeza y se personaliza en Miguel Martínez, se ha prestado a pasar facturas pendientes. En primer lugar ha sido al grupo capitaneado por Ricardo González Saavedra. Parece claro que no quedará ahí. Martínez busca peces más gordos porque tiene perfectamente claras las leyes de hierro de la política. Si el resultado electoral no hubiera sido tan magnífico, la primera cabeza que habría rodado era la suya. No me cabe duda: el efecto Zapatero también ha servido para tapar deficiencias de gestión y de la campaña. Pero como a veces pasa en el fútbol, el resultado es el resultado, aunque el equipo haya jugado mal. Y todos sabemos de la habilidad de los entrenadores para apuntarse los éxitos y escudarse en el árbitro o la mala suerte cuando el resultado es adverso Lo indiscutible es que el PSOE de ZP ha obtenido un resultado memorable en León.