Tiempo de toma y daca

YA NO ES NOVEDAD que los partidos, a la hora de conseguir apoyos, tienen que transigir y ceder: dos puestos en la mesa del Congreso a cambio del apoyo a la investidura de Zapatero. Una vicepresidencia, a cambio de ese voto favorable. Y, en todos los casos, apoyo al candidato socialista, José Bono, para la presidencia del Congreso. Es lo que viene reclamando José Bono en sus conversaciones con Durán y Erkoreka, y a continuación con los dirigentes de los partidos minoritarios, ERC, IU, CC, BNG, Nabai y Rosa Díez. Primera solicitud, apoyo a Bono. El diputado, ex ministro y expresidente manchego no les hace la menor gracia a los nacionalistas. Recuérdese su discrepancia radical sobre el Estatuto catalán, por ejemplo. Y algunas declaraciones «patrioteras» de las que Bono es partidario, y que le han significado entre los nacionalistas catalanes y vascos,. Hasta el punto de que Josu Erkotreka, portavoz peneuvista, haya explicado que aceptará esa candidatura, pero sin satisfacción: es bueno que los cabestros estén acotados, porque sueltos pueden hacer mucho daño, ha dicho, Y también, según otras versiones periodísticas. «los cabestros, mejor en el redil». Ha dicho también que Bono encarece el precio de los respaldos, aunque sea bueno que los cabestros estén acotados, sobre todo para sus dueños... Es muy probable que Bono, como anteriormente hizo Manuel Marín, demuestre su capacidad de servir al Congreso y al Parlamento y lo haga funcionar adecuadamente, para satisfacción de la mayoría y con respeto a las minorías. Por lo demás, el propio Bono ha hecho recientes declaraciones que caracterizan su pensamiento dominante: «A quienes quieren la exclusividad de lo diferente para forjar privilegios, yo les atizaría con la guía de teléfonos. El que quiera ser diferente que coja la guía de Madrid y la compare con la de Lleida y ya verá la cantidad de semejanzas»... De manera que tenemos ya los primeros objetivos: Bono presidente de las Cortes «con votos suficientes» y Zapatero presidente del Gobierno también con votos suficientes, aunque será preciso esperar a ver qué opinión merece a Rajoy esa primera intervención de la legislatura. Desde el PP se alegan muy serias dudas sobre qué propósito tiene Zapatero. Jaime Mayor Oreja cree saber que Zapatero retomará la negociación con el MNLV, siglas que empleó Aznar, para referirse a sus negociaciones con ETA, sólo que esta vez sustituirá a ETA por el PNV. Rajoy es mucho más diplomático y prudente: «Como es lógico, hasta que no conozcamos cuál es el programa de gobierno y lo que pretende hacer, no puedo adelantar ninguna posición. A ciegas, nadie da su voto a favor ni en contra, ni la propia abstención. Yo espero que el gobierno ponga todas sus energías en la economía de las familias españolas, en su nivel adquisitivo, en las pensiones, en aquello que pueden adquirir, y a las dificultades de mucha gente para llegar a fin de mes», resumen Rajoy su programa derrotado el 9-M. No es el único que exhibe recelos: Jordi Pujol, por ejemplo, explica que cuando uno te engaña por primera vez es culpa de quien te engaña. Cuando uno te vuelve a engañar por segunda vez, es culpa de quien se deja engañar... Otras voces son mucho más optimistas, como la del muy bien recibido José Antonio Alonso: Me espera mucho trabajo y mucho diálogo con todos los grupos políticos para buscar consensos en asuntos de Estado. Así empieza a andar la Legislatura, con desconfianzas, descalificaciones, apoyos y resistencias...