Diario de León

EN POCAS PALABRAS LETRA PEQUEÑA

Sorpresa y consensos Nasty party

Publicado por
PEDRO VILLALAR
León

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EL DISCURSO de investidura de Rodríguez Zapatero fue una pieza compleja, excepcionalmente larga, que requiere análisis que están en otro lugar de este periódico; sin embargo, he aquí algunas notas singulares que no deberían pasar inadvertidas. En primer lugar, una sorpresa: por primera vez, ha dejado la puerta abierta a la energía nuclear al no negarla expresamente sino anunciar que observará cuáles serán los derroteros europeos a este respecto. En segundo lugar, los consensos explícitos que ha ofrecido a la oposición y explícitamente a Rajoy: un «compromiso democrático contra el terrorismo» en el que deben participar todas las fuerzas políticas; un entendimiento sobre la presidencia española de la Unión Europea en 2010 y un acuerdo expreso PP-PSOE en dos grandes asuntos: la Justicia -renovación del CGPJ y del TC, así como una urgente reforma- y también la rerforma de la financiación autonómica. ESPERANZA Aguirre reprocha a la dirección de su partido el haber caído en las trampas del Gobierno socialista, que le han hecho parecer un »nasty party«», un partido antipático por ultraconservador, homófobo y anticatalán. La controvertida nueva portavoz parlamentaria, Soraya Sáenz de Santamaría, ha puesto, seguramente el dedo en la llaga, al manifestar que «además de ser de centro, hay que hacer lo posible por parecerlo». Lo de las trampas es altamente discutible: después de todo, nadie obligó al PP a presentar un recurso de inconstitucionalidad contra la reforma del código civil que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo. O contra algunos aspectos clave de la ley de Igualdad. Y en lo referente a las apariencias, convendría empezar a pensar que las cosas son siempre y a la larga como parecen. Para parecer centrista, moderado, dialogante, no hay mejor receta que exhibir tales atributos en la acción política. La radicalización, el extremismo, la obstinación en el error suelen ser percibidos como pruebas de escoramiento. ¿Acaso no es de sentido común?

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