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TRIBUNA

¿Quién lucha por el desarrollo de Babia?

Publicado por
Leandro Hidalgo
León

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Tras este EXTRAÑO invierno, los ganaderos de Babia nos enfrentamos un año más a la incertidumbre de si será el último y habrá que abandonar el pueblo en busca de una ciudad que aparentemente garantiza una calidad de vida y unas mayores posibilidades económicas. Mientras en los periódicos que leemos en el bar del pueblo vemos estos días cómo la Junta de Castilla y León y la Diputación se vuelcan en proyectos para otras zonas de la montaña leonesa, proyectos que consumen muchos miles de euros, las demandas que se realizan desde los pueblos de Babia son condenadas al más vergonzoso desprecio. Las reclamaciones son muy sencillas. No se reclaman buenas carreteras o autovías, sino simples carreteras que comuniquen sus pueblos entre sí y con las comarcas vecinas, en especial, con Asturias. Algunas, como la carretera de Pinos a Campomanes, que sólo necesita siete quilómetros de asfaltado, ha sido prometida reiteradas veces, pero un verano más los ganaderos y los turistas que quieran subir al Puerto o a Peña Ubiña desde Babia lo tienen que hacer por un camino de cabras, mientras los asturianos cuentan con una flamante carretera asfaltada. Otro verano más los ganaderos babianos tendremos que sufrir la presión del Ayuntamiento de Mieres y el abuso que los mineros prejubilados hacen de los Puertos de Pinos; aunque este año contarán de nuevo con la ayuda de la Junta de Castilla y León, que ha prometido satisfacer las demandas asturianas con informes hechos desde Valladolid, manteniendo la ilegalidad de una situación que no se quiere resolver. La Junta promete para otras zonas, que están tan necesitadas como Babia, millones de euros para proyectos que finalmente son tumbados por los Tribunales de Justicia y aquí las instituciones no sólo no cumplen con sus promesas, sino que no cumplen con sus deberes. Los ganaderos de Babia hemos pedido apoyo al Ayuntamiento, a la Diputación y a la Junta para que apoyen el diseño de un proyecto de desarrollo ganadero en la zona y tras las promesas iniciales, sólo tenemos un documento que valora el Puerto de Pinos en menos de un millón de euros, y eso gracias al exclusivo apoyo del anterior Presidente de la Diputación, D. Javier García Prieto. Hoy tenemos sólo papel mojado, cuando aquí se nos prometió apoyo para el desarrollo de nuestra economía. El verano de sequía que se avecina también supondrá penurias para los regantes de la comarca, que verán cómo la Confederación Hidrográfica del Duero, que no ha hecho inversión alguna en modernizar los regadíos tradicionales, en cambio sanciona a las Comunidades de Regantes por regar los pocos prados que se pueden regar y que son imprescindibles para nuestra economía. Los babianos queremos defender nuestra ganadería, ganadería extensiva que tradicionalmente sirvió para cuidar mantener nuestros montes y pastos de montaña y que sirve para conservar el medio ambiente, no como otras actividades más lucrativas para muchos, pero no podremos seguir siendo ganaderos si en vez de apoyo, obtenemos de las Administraciones desprecio, pues ni siquiera se nos quiere oír. Hace más de ocho meses, varias Juntas Vecinales hemos pedido audiencia en el Palacio de los Guzmanes, pero como no se ha debido rendir la suficiente pleitesía al señor feudal del condado, no se nos atiende. Por supuesto, que el otro Palacio que está a la ribera del Bernesga también está cerrado para las gentes de Babia, sus mandatarios en vez de escucharlas sólo están maquinando cómo someterlas, destacando a algún lacayo servil en su Castillo de Babia para imponer su voluntad con amenazas, como por cierto siempre pretendieron hacer los Condes de Luna en estas montañas. Babia no pide trato de favor alguno, ni siquiera que se nos trate igual que a la Montaña de Lillo o a la Montaña de Riaño. Sólo pide que se cumplan las promesas y que se nos escuche. Que nuestros caballos hispano-bretones y nuestras vacas puedan pastar libremente donde tienen derecho y sin que se nos quiera tratar como delincuentes por nuestras propias Administraciones. Los babianos también queremos desarrollo económico y calidad de vida, con un centro de salud (que no tenemos), con teléfonos sin cortes e internet para nuestras explotaciones y nuestros hijos, también carreteras transitables y no autovías que aplasten las mejoras zonas de pasto, queremos poder ver la televisión sin tener que poner antena parabólica. Desde Pinos pedimos el apoyo de los muchos babianos que sin vivir en estas montañas sí pueden ayudarnos con sus conocimientos, preparación o simplemente manifestando a los poderes políticos la necesidad de Babia tenga el desarrollo que se merece. Muchos estamos comprometidos con nuestro futuro y si otros no quieren luchar por el desarrollo de Babia, que al menos no pongan palos en la rueda al buscar sólo su propio beneficio.