Cerrar

EN POCAS PALABRAS LETRA PEQUEÑA

Barcelona beberá del Ebro Minorías

Publicado por
PEDRO VILLALAR
León

Creado:

Actualizado:

SERÁ EL EBRO y no su afluente, el Segre, el que al final abastezca a Barcelona a partir de otoño, si sigue sin llover. El agua se obtendrá mediante una fórmula de compra de agua: el Consorcio de Aguas de Tarragona compra cada año a los regantes 120 hectómetros cúbicos que ellos tienen en concesión para riego; con los ingresos de la venta, los regantes han mejorado sus sistemas de forma que puedan ahorrar agua. En consecuencia, Tarragona, aunque paga por 120 hectómetros, sólo consume 80 de ellos. Los cuarenta restantes son los que el Gobierno central adquirirá para que beban los 5,5 millones de catalanes que viven en Barcelona y su área de influencia. Estos 40 hectómetros deben garantizar el abastecimiento hasta mayo de 2009, cuando entre en servicio la desalinizadora en construcción junto al Llobregat, de la que saldrán sesenta hectómetros cúbicos anuales. Es una solución razonable que permite al Gobierno catalán salvar la cara. 1397124194 LA OPCIÓN claramente bipartidista que han tomado en esta ocasión los electores españoles tiene visos cíclicos en el caso de los nacionalismos: cuanto más inflexible y rígido es el gobierno central, más oportunidades tiene el victimismo periférico para hacer presa en los sentimientos colectivos identitarios. Y viceversa, como actualmente. En cambio, la crisis de Izquierda Unida responde a un presagio antiguo y, en cierta manera, es una especie de muerte anunciada. En otro tiempo la distinción tormentosa entre socialdemócratas y comunistas pudo tener sentido. Pero el realismo de las últimas décadas ha terminado imponiéndose, y, a pesar del camuflaje de algunos partidos comunistas como el español, la verdad ya no puede disimularse. La izquierda neocomunista ha desaparecido en Francia, en Italia y ahora en España. Descanse en paz y para siempre. Ello es a todas luces una buena noticia para el PSOE. Principalmente porque si el hemisferio izquierdo no se hubiera dividido e Izquierda Unida no hubiese obtenido sus 960.000 cuasi inútiles votos, el partido socialista hubiera obtenido mayoría absoluta.