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EN POCAS PALABRAS LETRA PEQUEÑA

Regiones vulnerables Populismo

Publicado por
PEDRO VILLALAR
León

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SEGÚN Seopan, la patronal del sector construcción, la crisis golpea al conjunto del Estado, pero es especialmente significativa en algunas regiones. En particular Extremadura, Andalucía y Castilla la Mancha, donde el peso del «ladrillo» -sin tener en cuenta el sector inmobiliario- es mayor que en el resto del país. En un análisis sobre los años del «boom» (1995-2007), dicha organización empresarial estima que en Extremadura el valor añadido de la construcción representa nada menos que el 14,9% del PIB regional. Con diferencia el nivel más alto de España. En Andalucía, por su parte, el 13,2% del PIB autonómico tiene que ver con la construcción, mientras que en Castilla la Mancha el porcentaje es del 13,1%. En el lado opuesto se encuentran el País Vasco, Cataluña y Madrid, donde menos del 10% del valor añadido de la región está relacionado con el sector de la construcción. Baleares, Navarra y La Rioja, también serían menos vulnerables. CIERTOS sectores del PP no han podido reprimir su alegría ante la victoria de Berlusconi en Italia, a pesar de que el ala más liberal y democrática de la primera fuerza opositora de nuestro país ha tenido sumo cuidado en no elogiar a quien representa el más trasnochado populismo reaccionario del continente. Algún día, todo el PP, y no sólo algunos de sus cuadros, acabará convenciéndose de que muchas de las reformas que ya realizó en su día Felipe González y de las que ha ejecutado Zapatero en su primer cuatrienio de poder -y especialmente las que se refieren a la promoción de la mujer, a la igualdad entre los géneros- son genuinamente liberales, de forma que el PP se ha dejado arrebatar con frecuencia una bandera de la que nunca debió prescindir. Y en todo caso, oponerse ideológicamente a tales evoluciones es un disparate. Fue Prieto quien, en los años treinta, se declaró «socialista a fuer de liberal». Hoy, los dogmatismos han desaparecido y el liberalismo ya no tiene rivales. Por ello, los enemigos de los grandes partidos democráticos ya no son el antagonista doméstico sino el populismo que arrasa, como en Italia, la ética y la democracia.