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TRIBUNA

La manzana de Newton Mirando al Oeste

Publicado por
Eugenio Marcos Oteruelo Daniel F. Carpintero
León

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IMAGINACIÓN, conocimiento de la realidad, mucho entusiasmo eso es lo que han puesto sobre la mesa un grupo de personas de esta tierra decididas a boicotear la apatía que siempre nos ha caracterizado. Buscan apoyos de toda la sociedad leonesa con el fin de que se pueda materializar un proyecto ilusionante para el desarrollo de gran parte del noroeste español. La autovía León-Bragança se hace imprescindible como eje vertebrador, que debe contribuir a mejorar las condiciones de vida de un espacio en la sombra, con unas infraestructuras impropias del siglo XXI. Es justo que todos los rincones de nuestra geografía dispongan de las mismas opciones, tengan igual posibilidad de acercarse a proyectos de desarrollo. Por qué no abrir las compuertas a la ilusión y que los ciudadanos de León entierren para siempre debates estériles con sabor a impotencia: querer y no poder. Asistimos con asombro y, sorprendentemente resignados, al éxodo de jóvenes hacia otros lugares ante la falta de perspectivas en su propia tierra. Ellos son la simiente de la esperanza y a ellos corresponde sustituir la falta de imaginación de esta sociedad por un impulso que invierta la tendencia de pesimismo instalada en el viejo reino. No hace falta demostrar lo listos que somos por aquí; brillan las cuatro letras, cuatro sillones de la Real Academia de la Lengua ocupados por leoneses ilustres; con el Premio Cervantes en casa; intelectuales e investigadores orgullo de esta tierra; políticos situados en puestos estratégicos. Todo eso está muy bien y supone un cupo importante de lumbreras, pero faltan bueyes que arrastren el carro de nuestra economía para ser más competitivos, crear empleo y mejorar los niveles de bienestar. Si ahora no gestionamos adecuadamente los intereses de esta región, tardo o temprano seremos perseguidos por un sentimiento de culpabilidad. Se podrían dibujar mundos distintos, pero esta es la realidad Por ello, bien estaría promover la ejecución de nuevos pasillos con infraestructuras que dinamicen comarcas del noroeste español, condenadas desde tiempos remotos a la soledad más sangrante. Con la soñada vía rápida León-Braganza se potenciarán los intercambios comerciales, el turismo y elementos de la cultura que nos aproximan al país vecino. No podemos olvidar tantos testigos del pasado existentes a lo largo de toda la franja con Portugal; localidades que portan con orgullo el apellido León desde tiempos de la reconquista por reyes leoneses, mosaicos con inscripciones haciendo referencia a temas leoneses en los que pueden verse racimos de palabras en llionés. El Páramo leonés, que ya no es páramo, sino tierra generosa, en la que viven un tipo nuevo de jóvenes agricultores, tendría más enlaces para promocionar y dar salida a sus cultivos La comarca de la Bañeza es otra de las grandes beneficiadas por el trazado de la León-Bragança a las puertas de un gran proyecto que siempre ambicionó: el circuito de motos; como lo serán las tierras de Jamuz, Valdería y la comarca zamorana de Sanabria. A partir de Castrocontrigo, La Cabrera estará más cerca del resto de España. Y como es la piel que me envolvió en los años de la infancia quiero dedicar mis últimas líneas a esta comarca, tan mal pagada, a pesar de los recursos que, en distintas etapas de la historia, ha proporcionado a la sociedad: fue primero el oro al Imperio Romano, más tarde el wolframio y actualmente el oro negro de la pizarra. Ni siquiera el aporte intelectual de un par de novelas sirvió para recomponer largos años de andadura en soledad. Aparte de novelas, las soluciones le llegaron cuando la inercia de la economía en el resto de España lo permitió, cuando se inició la extracción de losa de gran calidad, con la llegada de remesas enviadas desde el extranjero por emigrantes y hoy, son los emigrantes del interior retornados quienes están vaciando los ahorros de muchos años en la recuperación de viejas construcciones. Hay que recordar que, ya el año 1978, el gran poeta leonés Antonio Colinas reclamaba para este enclave la declaración de reserva natural y, en ese empeño de conservación, están las autoridades de la comarca. Recientemente, el Ayuntamiento de Truchas, en La Cabrera Alta, ha sido premiado con motivo del primer Concurso de Proyectos para el Incremento de la Biodiversidad, premio que fue recogido por el concejal de Medio Ambiente, Jesús Simón, en el Museo Thyssen , de manos de la ministra de Medio Ambiente Cristina Narbona . Se entiende, pues, el interés de esta Comarca por el trazado de la autovía León-Bragança que recortará el tiempo para acceder a un paraje insólito en el que pasado y presente se aproximan para seguir escribiendo la historia de nuestros pueblos. Disfrutarán los amantes de la naturaleza de una geografía singular, alineada en valles profundos, con abundante riqueza en fauna y flora; todo ello sobre un lienzo arquitectónico que sugiere un pasado humilde y elemental pero también sorprendente. ¿QUÉ HUBIERA ocurrido si Newton, en el momento en que una manzana golpeó su cabeza, no se hubiera preguntado la causa de aquello y, en su lugar, hubiera intentado volver a colgarla del árbol? Hoy no tendríamos algo tan importante como la ley de la gravedad. «¡Qué barbaridad!», dirán algunos, sorprendidos de tal suposición; sin embargo, actualmente la gente no valora el poder del azar, la capacidad de elegir que tenemos los humanos. Simplemente se vive sin conceder importancia a las elecciones -también las políticas- que conforman el transcurrir de la vida: cuando bajas al quiosco, eliges un periódico entre muchos otros; al ir al trabajo, puede que hubieras evitado el tráfico si hubieras salido un poco antes de casa; ya trabajando, dudas si tu jefe tendrá un mal día y la tomará contigo o con tu compañero¿ Estos supuestos, muchos de ellos fútiles, son fruto del azar. La mayoría de las personas, quizás por comodidad -también puede ser que se intente evitar un problema-, casi siempre toman, entre varias, la elección menos compleja; esta no tiene por qué ser la mejor, pero al poder llevarse a cabo con mayor facilidad, es la que se capta. Llevado a la rama de la ética, este «opcionario» se vuelve delicado: hablamos de una elección entre dos manos; la derecha contiene una acción sencilla y un resultado satisfactorio pero no óptimo, y la izquierda una acción que requiere mayor esfuerzo y de ella se obtiene un resultado más que óptimo: casi todos van a escoger la primera opción por ser menos complicada. Entre una idea que promete un cielo seguro si sigues la doctrina del bien que te plantea una religión, y una idea de búsqueda del bien y la paz contigo y con los demás trabajada por ti mismo, ¿cuántos eligen la segunda? Véase la teoría creacionista, la cual, directamente da una patada en los mismísimos a Darwin, ya que no se consideran tan insignificantes como para ser descender de los primates, sacando a relucir un mundo que ya creíamos olvidado en la sociedad occidental. En muchos lugares esta teoría egocentrista es incuestionable. ¿No se debería recibir desde niño una educación objetiva, en la que no se obligue a creer en Dios, Alá, Jahvé, Buda o la Madre Tierra por vivir en determinado contexto geo-socio-político? ¿No les gustaría haber podido elegir la «verdad» en vez de que se la hubieran impuesto? El que la realidad no sea esta, demuestra que no habitamos en una cultura tan avanzada como creemos. Volviendo al creacionismo, se dio un caso real de un profesor de universidad estadounidense que fue expulsado por exponer a sus alumnos -supuestamente libres- la teoría de que la Biblia se trata de un documento basado en metáforas para trasladar a los seres humanos unos valores determinados. Debido a aquello, se tuvo oportunidad de observar un resquicio de censura, de Inquisición, del nazismo sobre el que los mismos estadounidenses se manifiestan contrarios. ¿No fueron los alumnos más libres en el momento en que conocieron una opción más? Pues parece ser que a algunos gobiernos o instituciones no les interesa que su pueblo sea libre¿ Llegados a este punto, ¿qué conclusión se puede sacar? ¿Qué pensarían quienes han batallado para dar luz a nuestras vidas con el objetivo de que avanzásemos hacia un mundo mejor, gente como Darwin, Fleming, Ramón y Cajal, Da Vinci, Galileo, Graham Bell o los Montgolfier? ¿Qué hubiera ocurrido si estos, en vez de otorgarnos sus inventos y descubrimientos, hubieran tomado la elección fácil? Está claro que el mundo no sería el mismo; viviríamos más oprimidos, realmente, si siempre se eligiera la opción falta de esfuerzo. Tornando a Newton, al igual que él eligió pensar en el porqué de la caída de la manzana en su cabeza, quizá nosotros deberíamos optar también por preguntarnos acerca de las causas del maltrato a las mujeres y a los niños, las desigualdades entre personas de distinto color de piel o cultura, las guerras, el consumismo, la violencia de los adolescentes¿ Resulta paradójico que la opción más difícil resulte la de no hacer nada. Algo está fallando, ¿verdad, Newton?

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