Influencias

UNA ENCUESTA en la red entre lectores hispanos ha arrojado que El principito ha sido el libro más influyente en la vida de los consultados. No es mala influencia. Hay libros madero, a los que te puedes agarrar en un naufragio y logran llevarte a la orilla, y esta obra de Saint Exupéry es una de ellas. Las obras que nos influyen son aquellas que nos salvan; ocurre lo mismo con otras artes. Recientemente, un ex piloto alemán confesó que fue él quien derribó el avión del escritor francés con el que hacía misiones de reconocimiento por el Mediterráneo». Si llego a saber que era él nunca lo hubiera derribado» ha dicho, pues ya entonces era un admirador de sus obras. Extraña paradoja, aunque no lo es tanto si admitimos la vida como un enigma. Por cierto, durante mucho tiempo se especuló con que el escritor francés se hubiera suicidado, arrojándose al mar. El cadáver nunca fue encontrado, salvo por los peces que lo llevaron a su reino. A muchos lectores les chocará el resultado de la encuesta. ¿Por qué El Principito? Quizá porque la obra está hilvanada con materiales que van más allá del estilo, del argumento y, por supuesto, del autor. Quizá porque nos habla de la fragilidad de lo humano, y porque es una obra para adultos enmascarada de relato para niños. El personaje del zorro le recuerda al protagonista la importancia de la singularidad de su rosa: «Lo esencial es invisible a los ojos». Qué misteriosa afirmación para ser escrita en 1944, cuando el mundo aún se azotaba a sí mismo en el horror. Siempre me han fascinado las obras escritas durante las guerras. En 1948 se publicó su obra póstuma, Ciudadela , iniciada en 1936 y que les recomiendo. «Porque sólo en el silencio la verdad de cada uno anuda y echa raíces», escribió en ella. El mar ganó un amigo.