LETRA PEQUEÑA
Afrancesados
CON GRAN ESTUPOR vemos que los preparativos oficiales del bicentenario del 2 de mayo de 1808 están consistiendo en una especie de exaltación patriótica nacionalista: el pueblo llano habría plantado cara al osado invasor francés, quien, además de sus ambiciones imperialistas, pretendía difundir entre nosotros las ideas disolventes y laicas de la Ilustración. Tiene escaso sentido utilizar tan remotos precedentes históricos para revisar la historia que nos han enseñado, tras manipularla convenientemente, nuestros mayores. Pero es bien cierto que aquella gesta se presta a una sesuda meditación que, cuando menos, combata la simplicidad esquemática del festejo patriotero que se nos depara.