Hucho

EL HUCHO o salmón del Danubio es un precioso pez de dorso verdoso y flancos rojo cobre que, si se le deja crecer, llega a medir incluso un metro y medio con un peso de hasta cincuenta kilogramos. Depredador voraz de bogas, barbos y gobios, se diferencia de las truchas en que no freza en invierno, sino en primavera, en el deshielo entre marzo y abril, haciéndolo en raseras de grava. Luchador y aguerrido, se pesca con cucharillas y pez artificial, siendo la talla mínima de captura de setenta centímetros de longitud. Aunque se dudaba de su adaptación en España, una interesante gestión ha terminado por adaptarlo al río Tormes, en su tramo bajo, de mucho caudal y vegetación subacuática, donde coincide con grandes truchas comunes y abundancia de Ciprínidos. En el coto salmantino de Villagonzalo, entre el 4 de mayo y el 30 de agosto, se dan 16 permisos de pesca los jueves, sábados y domingos, con opción a capturar un hucho de más de 70 centímetros. Los alrededor de 2000 solicitantes del evento esperan a que la suerte les permita tener opción de tentar al bravísimo salmón del Danubio. Sus querencias se manifiestan por la huída despavorida de barbos y escallos en los canales entre ovas y las pozancas rodeadas de paleras donde se apuesta para depredar, a veces a cortísima distancia del pescador que vadea y que ve su gigantesco lomo verde rojizo emerger entre chapoteos. Observar su subida a morder un pez flotante de más de un palmo de largo deja al de la caña hecho un flan. Es frecuente sacar varios huchos de medio metro y tres o cuatro kilos d epeso que se devuelven al río. Ahora que León tiene un río depurado de gran caudal, el Esla, con un hábitat de refugio, reproducción y alimentación adecuado al hucho, no sería mala idea la de intentar su asentamiento en el tramo aguas abajo de la confluencia con el Bernesga, entre Villarrroañe y la presa de Benamariel. Ahora, en ese sector, se ven contados cañistas que tientan sobre todo al lucio y al barbo, y, a veces, a las contadas pintonas que por allí engordan.