TRIBUNA
Objeción Fiscal a los gastos militares
COMIENZA la campaña de la Declaración de la Renta y con ella la campaña de Objeción Fiscal, una campaña de desobediencia civil que invita a quienes realizan la Declaración de la Renta a no pagar a Hacienda una cantidad económica en protesta por el gasto militar actual. Con ello incumplimos una ley injusta de forma pública, colectiva, pacífica y consciente y/o, como apoyo a esta alternativa, exigimos el derecho de objeción de conciencia al pago de impuestos con fines militares. Además de recortar el presupuesto de guerra se pretende también suscitar un debate sobre la militarización social, cultural y económica y rescatar el protagonismo social en las decisiones que afectan a estos temas. Es por esto que no sólo las personas obligadas a declarar ante Hacienda pueden decidirse por la Objeción Fiscal, sino también todas aquellas que se hagan con los impresos de la Declaración y realicen en ellos una denuncia expresa porque consideren que la mejor forma de resolución de conflictos entre los pueblos es el diálogo, la cooperación y la solidaridad; crean que el único camino hacia un mundo en paz es favorecer la justicia social; o estén en desacuerdo con la forma violenta y antisocial en que son utilizados sus impuestos directos e indirectos. A su vez, la campaña propone que el dinero así «desobedecido» se entregue por las objetoras y objetores fiscales para financiar otras alternativas y luchas sociales solidarias, los proyectos alternativos antimilitaristas que desde aquí te proponemos o aquellos otros que cada cual considere más cercanos a su idea de qué se necesita defender realmente. Como cada año, el PCE anima a los ciudadanos y ciudadanas a no dejarse convencer por Hacienda para realizar de forma precipitada la Declaración de la Renta, sin realizar objeciones a la forma violenta y antisocial en que son gastados parte de los impuestos directos e indirectos. Por ello, se recomienda a quienes están recibiendo un borrador de la Declaración de la Renta, que se informen previamente en la página web del PCE de León (www.pce.es/leon/Objfiscal.htm) de las modificaciones a realizar sobre el impreso, haciendo uso de los datos de ese mismo borrador rectificados fácilmente para tal fin. En la página web se puede obtener toda la información sobre cómo rellanar la declaración, una guía completa, dónde asesorarse, etc. El gasto militar transversal alcanza el 12% del PGE. En él se engloban las cantidades de dinero público que irán a parar a fines de tipo armamentístico, militar o represivo. Aquí no sólo se contabiliza el presupuesto del Ministerio de Defensa, sino también otras partidas contenidas en otros ministerios, como los programas de investigación armamentística (Eurofighter, tanques Leopard, submarinos S-80, helicópteros Tiger, misiles, etc) del Ministerio de Industria, las misiones exteriores del Ejército y las aportaciones a la Otan y la UEO del Ministerio de Asuntos Exteriores, las pensiones militares, y los presupuestos de otros cuerpos armados como Policía Nacional y Guardia Civil, en Interior, etc. Según los análisis del especialista José Toribio y de los expertos y expertas de la Campaña «Por la paz, no a la investigación militar», el 12% de todo el Presupuesto General del Estado de 2007 se destinó a la maquinaria militar, policial y armamentística, lo que supuso 23.052 millones de euros, 63 millones de euros diarios, un 5,7% más que el pasado año anterior, y menos que en 2008. Esta cantidad representa, comparada con el presupuesto de otros ministerios 7 veces más que para Industria y Energía, 13 veces más que Agricultura, Pesca y Alimentación, 18 veces más que para Vivienda, 32 veces más que para Cultura, 10 veces más que para Medio Ambiente, o 26 veces más que para Sanidad y Consumo. En el presupuesto de investigación y desarrollo (I+D) se reproduce el mismo esquema. Los programas armamentísticos recibirán casi 1.600 millones de dinero público, es decir, 5 veces más que el que recibe la investigación sanitaria, el doble que recibe las universidades para investigar, 20 veces más que la investigación agrícola, etcétera. Como advierten estos análisis, estamos asistiendo a un verdadero proceso de rearme del Estado español marcado por la doctrina OTAN que empuja hacia arriba los presupuestos militares de los países miembros. Un rearme que irracionalmente se pretende justificar sobre la mera dinamización económica o creación de empleo ante la ausencia de amenazas militares reales. Esta profundización en la dinámica armamentística de la guerra y la violencia no sólo es éticamente rechazable desde un compromiso sincero con la paz, sino que también es suicida pues nos coloca a los ciudadanos como víctimas potenciales. La propuesta para hacer frente a esta realidad es asumir nuestra responsabilidad y rechazar estas políticas a través de su principal fuente de financiación: la declaración de la renta. La objeción al gasto militar la llevan a cabo desde los años ochenta varios miles de personas, que desvían una partida de su declaración, la misma cantidad que en porcentaje corresponde al gasto militar, hacia un proyecto u organización que trabaje realmente contra las verdaderas amenazas (laborales, sociales, económicas, políticas, ambientales) a las que tienen que hacer frente cotidianamente las personas en todo el mundo. La campaña propone que el dinero así «desobedecido» se entregue por las objetoras y objetores fiscales para financiar otras alternativas y luchas sociales solidarias.