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Publicado por
ESTHER ESTEBAN
León

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UN ZAPATERO sin oposición ha decidido practicar la estrategia del caracol. Consiste, como saben bien, en permanecer tranquilamente en el caparazón y sacar solo los cuernos al sol. ¿Cuándo? Cuando conviene, con calma, haciendo un comentario jocoso a Esperanza Aguirre recomendándole que su partido no entre en la desesperanza. Seguramente los ciudadanos, los que le votaron y los que no, se pregunten si un presidente del Gobierno, con la que está cayendo, está para hacer gracietas sobre la penosa situación del Partido Popular o está para gestionar y resolver la crisis o la desaceleración, o como la quieran llamar. Porque, se llame como se llame, una de sus consecuencias es que el paro ha crecido en abril por primera vez desde 1984, lo que ha adelantado la primera reunión de Trabajo con patronal y sindicatos para agilizar el diálogo social y el plan de recolocación de parados. Solbes, normalmente tan parco, tuvo que reconocer que el paro se acelera más de lo previsto y que con estos datos va a ser muy difícil que la inflación se modere este año. No conocía el último dato de la subida del petróleo. Ayer alcanzó el precio récord de 114,75 dolares por barril. Y si las cifras económicas son preocupantes, qué decir de los datos del atasco judicial. Resulta poco creíble que el Consejo del Poder Judicial, el Ministerio de Justicia, y el Gobierno hayan descubierto ahora, merced a un informe de la inspección, que la Justicia en este país es un caos, que no funciona, que es una vergüenza. El órgano de gobierno de los jueces dice (ahora) que la carga de trabajo que soportan los juzgados especializados en ejecutorias es inabarcable. La cuestión es como se ha llegado a esta situación, como nadie se ha dado cuenta, como es posible que se acumularan 269.405 sentencias en trámite de ejecución. Legislatura tras legislatura, el Gobierno de turno y la oposición de turno se han dedicado a pelearse por las cuotas de poder dentro del Consejo General del Poder Judicial mientras la situación de la Justicia, con mayúsculas, se iba pudriendo y hasta aquí hemos llegado. Con oposición o sin ella es el momento de que Zapatero salga del caparazón y se ponga a gobernar que para eso ha sido elegido.