Diario de León

CRÓNICA SEMANAL

A Rajoy sólo le falta Aznar

Publicado por
MANUEL CAMPO VIDAL
León

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EL VIACRUCIS al que tienen sometido al presidente popular Mariano Rajoy, alcanzó esta semana uno de sus puntos más dolorosos. La insurrección, el reto sin contemplaciones de una mujer valerosa y valiosa, sacrificada y admirada, María San Gil, a la que el propio Rajoy buscó como su número dos en la candidatura por Madrid el 9-M. Contra Rajoy se sigue conspirando intensamente -lo advertíamos el pasado domingo antes del baño María-, a la espera de que aparezca algún candidato alternativo que, con seguridad, provocará una cascada de adhesiones. Si tarda, Rajoy puede enfrentarse a maniobras menores como un torrente de dimisiones o cartas colectivas para mantener la tensión. Pero el golpe más temido era ése, el reto de María San Gil, acaso el penúltimo gran golpe de los duros del PP. Y llegó, incluso de malas maneras para descrédito de la propia dirigente vasca: lanzó sus declaraciones contra Rajoy con un guardia civil de cuerpo presente, no avisó a sus compañeros de la dirección del PP vasco de que adelantaba el Congreso y le mostraron su disconformidad personalmente en el pleno del Parlamento Vasco el viernes por la mañana. Como ha escrito la profesora de la UPV Edurne Uriarte, «el problema no será solo si San Gil recupera su confianza en Rajoy, sino también si el PP vasco recupera su confianza en San Gil. En este proceso de suicidio colectivo en el que está inmerso el PP -añade- se están abrasando todos: Rajoy y los que lo apoyan pero igualmente los que están haciendo oposición a Rajoy». Con esa situación especialmente crítica en el PP vasco, las elecciones, probablemente adelantadas por el Lendakari al otoño, se presentan muy mal. Pero ya venían mal, así que, mira por donde, San Gil, con su inesperada crisis y su ofensiva sin piedad contra Rajoy -llegó a decirle en público y en privado «a ti te falta liderazgo»- acaso le haya facilitado a Mariano una honrosa salida en esa estación presuntamente difícil de su vía crucis electoral. Ella y no solo el líder tendrán responsabilidad de unos eventuales malos resultados en las urnas. Cayetano González -hombre de confianza de Mayor Oreja que le cuida el frente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo- ha escrito en socorro de María San Gil que «el escenario de su retirada de la presidencia del PP vasco puede ser letal para este partido en el conjunto de España». Y añade: «¿Alguien duda de que si ella abandona arrastraría a personas tan ejemplares como¿». Y cita a esforzados y admirables dirigentes provinciales y locales del PP en Euskadi. Puede ser, pero está por ver, sobre todo por las circunstancias en las que María, repetimos valiosa y valerosa, planteó su reto sin contar con nadie. Si acaso con Jaime Mayor Oreja, como ha denunciado la ex alcaldesa de Las Palmas: «Todos sabemos en el PP que San Gil no hace nada sin consultar con Mayor». Rajoy ha sufrido un trago amargo, seguramente de los peores que le tenían preparado, pero ya solo le queda uno: que hable en su contra Aznar. Atentos. Esperanza Aguirre ya amagó con presentarse y retrocedió, por el momento; Zaplana ya se fue; Acebes ya ha anunciado su marcha, otros ex ministros de Aznar quedaron amortizados y Mayor Oreja ha movido su reina, con gran conmoción general. Pero falta una pieza: el rey de esa delicada partida que Mariano juega contra la oposición interior en el PP. Si Aznar juega fuerte impulsará seriamente al candidato, sea quien sea, que se enfrente a Rajoy en el Congreso. Pero Rajoy, aun así debe ganar. En ningún caso pactará con los duros, estiman los suyos, porque volvería a la situación que lo inmovilizó durante los pasados cuatro años. Está decidido a renovar. Entre tanto, la economía sigue complicándose pero nadie lo diría por los brillantes resultados de las grandes empresas. Las sociedades del Ibex han aumentado un 17 por ciento los beneficios en el primer trimestre de 2008 gracias en parte a Iberdrola, Telefónica, Repsol, Santander y BBVA que ya son ejemplo de solidez en Europa. Frena el PIB y Solbes admite la preocupante situación mientras Felipe González ha declarado, con asentimiento de Rodrigo Rato que nos dejemos de eufemismos: «Hay crisis y debe llamarse así». Hay crisis económica pero Zapatero sigue disfrutando de unas inmerecidas vacaciones que le proporciona la crisis interna del PP y que empalmará con las del verano. El otoño será previsiblemente caliente aunque suba la electricidad.

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