Visón americano

Y A TENEMOS otra especie alóctona en León, en este caso el visón americano, recientemente observado por Enrique Osorio en la ribera del Esla, en Benamariel. Carnívoro originario de Norteamérica, se ha extendido por doce provincias españolas tras escapar de granjas peleteras en Galicia, el Sistema Central y Cataluña. Se trata de un mustélido de tamaño medio, con los machos que pesan de 800 a 1.800 gramos y las hembras entre 500 y 900 gramos. Su cuerpo es alargado, cilíndrico, de miembros robustos y cortos, cola larga y tupida, y lustrosa piel marrón oscura, casi negra. Son frecuentes manchas blancas en la parte ventral, particularmente en la barbilla y, a veces en abdomen e ingles. Puede confundirse con el nativo turón, pero este posee un antifaz blanquecino y una línea blanca en las orejas. Los hábitos de este invasor lo llevan a ambientes cerca del agua, en bordes de ríos, embalses y lagunas, con buena cobertura de vegetación en las orillas. La mayor parte de las madrigueras, bajo troncos, zarzas o rocas, están junto al agua. Es un depredador oportunista. Come desde cangrejos de río a peces, ranas, aves y pequeños mamíferos, en especial la rata de agua, sin desdeñar los frutos y la carroña. Defiende amplios territorios, de uno a seis kilómetros de longitud, que marcan con excrementos y con la secreción de la glándula anal. Los ejemplares juveniles son muy movedizos. Es una especie fácil de ver pues su conducta es bastante diurna, aunque el máximo de actividad lo presentan al anochecer. A pesar de su mal genio, es atacado por el zorro y por la nutria. Inicia el celo a primeros de marzo y la paridera acontece entre finales de abril y mediado mayo, con de cuatro a seis crías por camada, que se dispersan en mayo. La cuenca del Esla tiene nuevo inquilino peludo tras la serie de sueltas que propiciaron el asentamiento de peces foráneos: lucio, black bass, perca sol, pez gato y alburno. Parecido a los emigrantes que mestizan la sociedad española.