La verdad

PARA VIVIR con cierta seguridad y sosiego necesitamos verdades contundentes. Las sociedades siempre han padecido el mal de la mentira. Las mentiras producidas por las autoridades hacen demasiado daño, porque mucha gente cree que son verdades. Hay mentira siempre que uno dice lo contrario de lo que piensa con intención de engañar o confundir. Las mentiras particulares, muy frecuentes en nuestra sociedad, son más o menos trascendentes. Las mentiras públicas son las más peligrosas. Cuando los gobernantes sustituyen la vedad por la mentira, para producir un efecto interesado, tapan la mentira con argumentos retóricos, y en ese caso la mayoría no sabe si es mentira o es verdad. El psiquiatra Carlos García del Pino cree que en este sistema capitalista nadie dice la verdad. El arte de mentir necesita ser aprendido como cualquier otro y si está avalado por la autoridad institucional es más fácil, porque hay asesores que suministran argumentos que ocultan la mentira. Hasta hace un par de meses decían nuestros gobernantes que a España no le afectaba la crisis, porque tenia una economía muy saneada, «con mucho músculo». Ahora dice Silbes que más de uno se tendrá que apretar el cinturón. Qué nos diga quiénes, porque la mayoría hace muchos años que lo tenemos apretado. ¿ No se referirá a altos cargos de las empresas del Ibex, que se ponen sueldos de más de cinco millones de euros, ni a los ministros y a los asesores, que gozan de todas las ventajas del cielo terrenal? En España tenemos dos crisis. Una, la que han producido los amos del petróleo, crisis de la que el Gobierno sólo es responsable en la medida que forma parte del sistema que apoya la inmoralidad de la libertar de mercado. La otra es la crisis inmobiliaria, de la cual son responsables, el gobierno de Aznar y de Zapatero, que han dejado a los promotores subir los precios hasta un nivel irracional. Y no es menos irracional, y también de ingenuos, presumir de que en España se construían más viviendas que en los tres países más importantes de Europa juntos, Francia, Inglaterra y Alemania. Se supone que algo así sólo lo diría el tonto del pueblo, y no Aznar ni Zapatero. Pues lo han dicho y varias veces. La definición de un problema y las acciones emprendidas para resorberlo, dependen de la visión que los responsables de la solución tengan del problema y del sistema que crea el problema. El Gobierno piensa resolver la crisis dando dinero de caja, complementado con rebajas en impuestos a los mismos que se han enriquecido escandalosamente durante varios años y creado la crisis ¿Se puede tragar que los altos cargos del poder económico cobren más de diez millones de euros al mes y 60% de los ciudadanos -trabajadores y pensionistas- estén condenada a vivir con menos de 800 euros?