MAR DE FONDO
Niñas desprotegidas
HAY noticias que me retuercen el interior hasta dejarlo exhausto, en un alarido. Sucesos que me revuelven el estómago y me empujan a salir a gritar a la calle, de rabia, de impotencia y de injusticia. «Abandonan en un hospital de Managua a una niña de 12 años embarazada» titulaba la agencia Efe un despacho a las 18.30 horas. Villanías como ésta demuestran una vez más que hay que reformular las estrategias y los discursos para incidir contra una realidad intolerable, de desarrollos inhumanos, excluyentes, injustos, desiguales y discriminadores. Si en la Tierra hubiera solamente 100 personas, 15 adultos serían analfabetos y de ellos 10 serían mujeres, dicen los datos de la ONU. Las mujeres sufren más que los hombres las distintas formas de pobreza, puesto que son víctimas de desigualdades como el acceso a la educación, a la salud, a los medios de producción, a la propiedad y a los puestos de responsabilidad política. La violencia dentro de la familia, de la pareja y de gran parte de la sociedad, acechan a las mujeres en la mayoría de los países latinoamericanos. Marianita, nombre ficticio de la niña, ha sufrido las continuas violaciones de su padre que, tras hacerse público el embarazo de 24 semanas de su hija, se suicidó. Ahora la madre culpa a la niña de la muerte de su marido y la abandona en el hospital, gravemente enferma. Los médicos insisten en que es necesario interrumpir el embarazo para salvar la vida de la pequeña, pero la ley no lo permite. ¡Cuánta sinrazón!. ¡Pobre criatura! Atrapada en un mundo con leyes cínicas e injustas que no son capaces de garantizar su protección y seguridad. Según los últimos datos del Banco Mundial, al menos el 20% de las mujeres del mundo han sufrido malos tratos físicos o agresiones sexuales.