CONTRACORRIENTE
León y la luz
LEEMOS, según el director General de Minas de la Junta de Castilla y León, que nuestra provincia cuenta con casi la mitad de las instalaciones de energía solar térmica de la comunidad, 35.000 metros cuadrados, para ser precisos, y nos parece que es una de esas noticias en las que hay que hacer hincapié, sobre todo en estos tiempos donde se vuelve a recuperar la obsesión por las energías alternativas, en uno de esos espasmos cíclicos que sacuden al mundo a cuenta de las reservas -o de la ausencia de las mismas- del peor de los crudos, el petróleo. A más de un lector le resultara curioso saber que un país como Alemania el número de instalaciones solares triplicaba hasta hace poco al español, en una muestra de que aquí, desde tiempos inmemoriales, los políticos han tenido una visión a corto plazo magnífica, pero una competencia estratégica propia de un huevo kinder. Por eso celebramos que se invierta esa tendencia y podamos presumir de una apuesta tecnológica sensata. Y en ese sentido, no estaría de más recordar que otras entidades también han puesto su grano de arena, como el Ildefe, que creó la primera Escuela Taller de Energías Renovables provincial (van por su tercera promoción), logrando, además de instalar colectores solares en equipamientos municipales -o en la residencia de Ancianos de San Mamés-, que sus alumnos, formados en un sector emergente, encontraran trabajo. Una forma de convertir la luz de León en un recurso que, además de desarrollo sostenible, genera empleo.