El turista un millón...

ESTAMOS en verano, que es cuando más forasteros llegan a León. Sin embargo, y a pesar de que el turismo tiene gran importancia en el PIB provincial, no se le cuida como sería lógico. No hay que hacer grandes campañas, ni gastarse el oro y el moro, sólo hay que pensar como un turista y saber lo que nos gusta cuando llegamos a un lugar. Una información bastante exhaustiva de los monumentos y museos a visitar con sus correspondientes horarios (que habría que actualizar de cara al visitante, cuyo tiempo dedicado al almuerzo no suelen ser muy amplio, porque de lo que se trata es de ver lo más posible, por lo que el horario continuo es lo mejor), disponible en cada uno de estos sitios, pero también en oficinas de información, hoteles, restaurantes e incluso en cafeterías y bares. La posibilidad de que guías (no sólo de papel) enseñen los monumentos y en distintos idiomas (como ejemplo, en las visitas a la plataforma de la Catedral la guía sólo habla en español, así que a quien no lo entienda sólo le sirve para ver más de cerca las vidrieras). La colocación de placas en las calles (no hay en casi ninguna esquina) facilitaría a los turistas la interpretación de planos, que no suelen ser muy completos ni actuales. Las ofertas de excursiones y combinaciones de varias visitas también son fundamentales para mostrar la riqueza y variedad de la provincia, así como la difusión de ferias, mercados, romerías y otros actos de interés, que pueden seducir a quienes nos visitan para quedarse un poco más o conocernos mejor. Cada año Diputación, Ayuntamiento y Junta se gastan miles de euros en promoción, pero si el turista viene se encuentra abandonado. Habrá que hacer algo, y quedan dos deseos.