CANTO RODADO
Deudas
HACE unas semanas se celebró en León un homenaje a la labor investigadora del arqueólogo francés Claude Domergue, pionero en estudios sobre el oro romano en León, primero en Las Médulas y más tarde y más en profundidad, en la sierra del Teleno. Lamentablemete, este tributo pasó totalmente desapercibido para la sociedad leonesa: es cierto que contó con el apoyo de la Universidad de León, o al menos con la Facultad de Filosofía y Letras, en cuya aula magna se celebró el evento, y también estuvo presente, en nombre de la Diputación, el director del Instituto Leonés de Cultura, Jesús Celis, quien obsequió al investigador con algunos de los testimonios gráficos de su presencia en León. Pero fue un acto casi íntimo, sólo para expertos. La Sociedad Española de Defensa del Patrimonio Geológico y Minero, tuvo una acertada iniciativa, pero la ausencia de «primeros espadas» de la política privó al acto de su incorporación a las agendas de las instituciones que, teóricamente, se sumaron al homenaje. León, pues, sigue en deuda con Domergue y con otros investigadores a quienes debe el conocimiento y la valorización intelectual de su patrimonio cultural, precisamente ahora que se busca explotar este nuevo filón, cuando la industria del carbón, que tanta riqueza ha generado, vive sus horas más bajas. Otro caso de olvido es el de Manuel Gómez- Moreno, autor del Catálogo Monumental de León publicado en 1925. Transcurre el centenario de la elaboración de esta guía del patrimonio leonés (1906-1908) sin pena ni gloria. El historiador consiguió, eso sí, entrar en el callejero de la ciudad, en La Lastra. La Junta de Castilla y León, que tiene las competencias de Patrimonio desde 1984, no ha sabido estar a la altura del patrimonio histórico y artístico que tiene que tutelar y proteger, ni, entre tanta comisión de ida y vuelta, de León a Valladolid y de Valladolid a León, ha sido capaz de transmitir el aprecio necesario a esta herencia material e intelectual.