EN POCAS PALABRAS LETRA PEQUEÑA
El libro teme a Internet La minitregua
UN GRUPO de editores se ha reunido en la Menéndez Pelayo para debatir sobre las nuevas formas de edición y el modo en que pueden afectar a los derechos de autor. Temen que al libro le ocurra lo que ha pasado con los discos o con las películas: Internet los ha engullido y se ha convertido en su principal canal de distribución, en el que quien consume no siempre paga. Para evitarlo, los editores están alerta y reclaman más apoyo legal. En efecto, el fenómeno ya ha comenzado: novelas cortas, de no más de 25 páginas, relatos manga sobre todo, haen furor en Japón. Y ya surgen, amenazadores, formatos y sistemas nuevos en todas partes: audiolibros, móviles, PDA, miniordenadores, etc. Los editores no quieren un top manta o una red de descargas incontroladas. «El problema fue que cuando Internet ofreció la oportunidad de bajar música sin pagar, la gente se sumó porque no había dónde comprarla en la Red». Y ellos quieren adelantarse. ERA perfectamente previsible que la decisión del lendakari Juan José Ibarretxe de ponerse en manos del PCTV, sin el cual no hubiera podido sacar adelante en el Parlamento Vasco su delirante propuesta de consulta a los ciudadanos, sería aviesamente aprovechada por la banda ETA para adquirir protagonismo. Aunque a los terroristas les importan una higa Ibarretxe, el PNV y el imposible referéndum, su ocasión de lucimiento «heroico» no iba a ser desaprovechada: ETA ha declarado una «minitregua» más o menos tácita -ya está en boca de todos- para que Ibarretxe enrede tranquilamente cuanto pueda con su ocurrencia, hasta que el Estado le ponga los puntos sobre las íes en forma de inexorable aplicación de la legalidad. En ese momento, la banda ETA volverá a atentar para responder a la «opresión» de España sobre el pueblo vasco. Es todo tan obvio que produce sonrojo denunciarlo. De nuevo, existe una maquinación combinada, si no complicidad pura y simple, entre quienes agitan el árbol y quienes recogen las nueces.