TRIBUNA
Castilla y León y las Cajas de Ahorros
RECIENTEMENTE se han filtrado a la prensa avanzadas conversaciones políticas sobre el futuro de las cajas de ahorro de la Región. Tanto lo filtrado, como los comentarios de personas con cierta autorización en la materia, obvian siempre lo más básico contar con los interesados y con la sociedad que representan. Castilla y León tiene dos palabras, en Galicia existen dos cajas importantes, en la comunidad Valenciana también, en la comunidad andaluza se pretende la caja única, pero hay dos porque existe cierta rivalidad entre Málaga y Sevilla. En Castilla y León se está emulando el proyecto andaluz y, con toda seguridad, permanecerán también sólo dos. Nos cabe de esperar que aquellos que con la boca grande dicen defender a León y se sientan en el consejo de administración de esas entidades lo demuestren con hechos. Dos grandes cajas tienen siempre una ventaja: si como cliente una te trata mal te puedes ir a la otra. Al mismo tiempo existe competencia y por lo tanto existe eficiencia. No puedo entender como personas que dicen defender el libre mercado aboguen por el monopolio regional. Lo triste de todo esto es la perversión que se hace con los fines por los que nacieron estas entidades y la obra social que representa su solidaridad con los clientes. En un periodo de desaceleración y de competencia no se comprende como las cajas se comportan como bancos, ese no es su fin. Su fin es servir de apoyo a la sociedad y con los depósitos favorecer proyectos rentables. Por lo tanto no es excluyente ni obligatorio que las cajas obtengan enormes beneficios para que los políticos se los repartan, sino que deberían de reducir el diferencial de los préstamos o aumentar el interés de los depósitos y productos estructurados para permitir a los ciudadanos llegar a fin de mes, porque sólo los clientes VIP, poseen diferenciales e intereses privilegiados, y todo ciudadano debe de ser considerado como cliente preferente. Se esgrimen, palabras como desarrollo regional y proyectos, que atraen inversiones, para su fusión, en León, ya tenemos experiencia como ocurrió con Biomédica. Pero si quieren dinero e inversiones para proyectos rentables, para ello esta la iniciativa privada y la Bolsa, para ello están los gestores de capital de riesgo, desconozco porqué la Junta desea que las cajas asuman ese Papel, pero será como siempre para endiñarles el muerto. En esto los catalanes y concretamente la Caixa nos lleva mucha ventaja, porque han sabido atraer recursos sin exponer su entidad. Porque no debemos de olvidar los que se esconde de tras de todo esto consiste en la privatización sigilosa de estas entidades que siempre han demostrado prudencia y buena gestión. Para ello se crea un banco regional y luego se lanzan cuotas participativas a través de las entidades para captar recursos y someterse al denominado mercado. Permítanme decirles que las cajas están siempre sometidas al mercado, prueba de ello es la enorme base de clientes que confían sus depósitos a estas entidades y los rantings de calificación de las mismas. Lo cual también es mercado. Y por ultimo estamos viendo lo que ocurre con el azúcar, las Cajas apuntalan el capital, se transforma la sociedad en una sociedad eficiente y competitiva que sirve para potenciar nuestra estructura agrícola y ahora se pretende vender la sección menos rentable, al mismo tiempo que se saca a las cajas del accionariado obligándolas a comprar esa sección por motivos políticos en lugar de asumir la Junta de C y L su deber como garante del mercado y de las subvenciones concedidas a esa empresa privada. Deberíamos preguntarnos porqué la compra de la azucarera del Ebro sería rentable para el capital alemán y no lo va a ser para las Cajas, que no han pujado por ella, sino por decisión política. La remolacha que se trae de fuera es más barata y de igual calidad, que la que aquí se produce y mantener esta situación nos está arruinando. Y tiene mucho que ver con una nefasta política hidráulica, con la falsa y torpe modernización agraria de regadíos. Por ejemplo la rentabilidad del centeno de secano es igual a la de regadío, con menos gasto, más ahorro de recursos y menos subvenciones del dinero que es de todos y va a parar a unos pocos. Los nuevos cultivos de regadío que se han experimentado no han funcionado, pero sí las nuevas semillas de secano que se quieren introducir. Ahora esta ceguera se quiere llevar a inversiones estratégicas de capitales. El beneficio de las cajas redunda en el beneficio de la sociedad, ese es el fin de su obra social,. Sin embargo lo que se va a socializar son las pérdidas, para beneficio de unos pocos. Y dirán que es por culpa de la crisis, cuando ésta son las catetas ambiciones de algunos políticos. Es por ello que en las asambleas de las Cajas de Ahorro deberían de estar representada una mayor pluralidad y un mayor espectro social y no solamente los políticos y algunas fundaciones privilegiadas próximas a partidos políticos determinados. Por ejemplo los parados y nuestra asociación que es la que más ha acertado en el análisis de la realidad y tiene la solución para salir de la crisis y permitir un desarrollo sostenible que haga de esta comunidad una auténtica potencia económica con la Renta Básica.