Decisivo duelo Blanco-Cospedal

AL IGUAL que ocurre cuando los equipos de fútbol perfilan plantillas para la próxima temporada, los partidos políticos cierran en tos días alineaciones para esta legislatura. Si no hay bajas improbables o adelanto, revalidaremos el duelo ZP-Rajoy en el 2012. Pero hasta entonces, la novedad y el máximo interés se centrará en el pulso José Blanco-«Dolo» Cospedal. Tomen asiento. Cospedal es nueva pero con experiencia en aguantar cartel electoral en la comunidad de Castilla-La Mancha. Sin duda, un gran acierto de Mariano Rajoy que acalló así a los críticos de su partido. José Blanco tampoco es nuevo precisamente: es un joven veterano que acaba de ser ascendido a vicesecretario y que el lunes, previsiblemente, recibirá una delegación casi total de las funciones de la secretaría general que revalidó Rodríguez Zapatero. Son ambos tan distintos como ca paces, tan perseverantes como resistentes. Del primero se conoce su astucia probada, pero a la segunda se le supone. Curiosamente ambos partidos, PP y PSOE, andan equivocados, antes de que la Liga política comience, sobre las posibilidades del adversario. En la cúpula del PSOE, alguien muy cercano a Blanco sostiene que «Cospedal no se consolidará». Este es un craso error de apreciación. «Es que se ha consolidado ya», opinan también algunos periodistas parlamentarios. «Su imagen es de las más cuidadas pero envuelve una decisión férrea y una capacidad poco exhibida. Ya tendrá ocasión el PSOE de comprobar su error», añaden. Pero también en el Partido Popular andan equivocados con Blanco. Confunden la carga negativa que arrastra indefectiblemente todo número dos, se llame Guerra, Cascos, Arenas o Blanco, con su valía real. «Hay un nuevo Pepe Blanco», sostiene Antonio Hernando, diputado del PSOE e hijo político de Alfredo Pérez Rubalcaba: «Ya lo vi en su conferencia en el Foro de Nueva Economía y lo confirmó con su discurso ante el Congreso del PSOE.» En el primer caso, relatamos en esta crónica que los empresarios, y entre ellos Julio Gayoso, habían apreciado en él un cambio, «como si fuera más hombre de Estado» sugirieron textualmente. En el segundo, según ha trascendido, el ex presidente Felipe González apreció el discurso de Pepe Blanco y se lo comentó positivamente. Felipe de discursos lo sabe todo y de concesiones a terceros, las mínimas. Pero en el Congreso del Partido Socialista Catalán han visto también a un Pepe Blanco distinto. Abrió su discurso y se fue de cabeza a la batalla de las lenguas afrontándola con naturalidad, pronunciando un párrafo en gallego y otro en catalán, como han destacado los periódicos de Barcelona. «Juntos seremos mas fuertes», les dijo desde el PSOE al PSC en un ambiente nada fácil donde se reivindicaba grupo propio en el Congreso. El duelo Blanco-Cospedal promete, aunque todavía las dos cúpulas infravaloren al adversario, y puede ser decisivo en esta legislatura. Vienen tiempos difíciles, o mejor ya están aquí, y hay que explicar muy bien la crisis y la financiación autonómica. Con Zapatero en apuros y Mariano Rajoy consolidando liderazgo, ambos políticos se quedan con la dirección de las dos fuerzas principales. El pulso es Blanco-Cospedal y no Leire Pajín,-Cospedal, como se cree. Por cierto, Leire estaba nombrada ya, en la mente de ZP-Blanco, antes de que estallara la bomba Cospedal. No es, por tanto, una respuesta a ese nombramiento. Pero los socialistas han aplazado lo más difícil: Valencia, para después del verano, y Andalucía para cuando Dios y Manuel Chaves dispongan. Son las dos federaciones socialistas más potentes. Andalucía y Valencia, son la primera y la cuarta comunidad con más población: mayoría absoluta socialista en una y popular en otra. De los aciertos o los errores en la elección del líder dependerá el futuro regional y nacional de los dos partidos. Ese es el tablero de juego para Blanco y Cospedal. Menuda partida.